Versos confinados
Por Juan Felipe Bermúdez
I
Hombre en carne y hueso,
Deambulando de forma incesante;
Escurridizo entre las sombras que recorren el pasillo,
Las persigue ojeando con su cansina mirada,
Hasta chocar con cuatro paredes entre su libertad ilusoria.
II
Sujetos rezagados por imaginarias distancias,
Cierran sus ojos en medio de un bullicio confinado,
No se logran concentrar,
el ciclo rutinario se torna agobiante;
Su mente es reclusa del diurno ajetreo.
El sol de la tarde cae abocando sereno,
Buscan arropar su incertidumbre en la apacible sombra nocturna,
Despiertan juntos a las 10 pm,
Se toman de la mano,
cierran sus ojos,
Escuchan sus armoniosas voces;
Su realidad noctámbula, se traduce en una sonrisa permanente,
La cercanía latente se inmiscuye entre esa imaginaria distancia.
