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JOAQUIN RODRIGUEZ HOBBES RESUMEN LEVIATHAN
Tipo: Resúmenes
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Thomas Hobbes (Westport, cerca de Malmesbury, 5 de abril de 1588-Derbyshire, 4 de diciembre de 1679) fue un filósofo inglés cuya obra Leviatán (1651) influyó de manera importante en el desarrollo de la filosofía política occidental. Es el teórico por excelencia del absolutismo político.
Leviatán, o La materia, forma y poder de una república eclesiástica y civil (en el original en inglés: Leviathan, or The Matter, Forme and Power of a Common-Wealth Ecclesiasticall and Civil ), comúnmente llamado Leviatán , es el libro más conocido del filósofo político inglés Thomas Hobbes. Publicado en 1651, su título hace referencia al monstruo bíblico Leviatán, de poder descomunal ("Nadie hay tan osado que lo despierte... De su grandeza tienen temor los fuertes... No hay sobre la Tierra quien se le parezca, animal hecho exento de temor. Menosprecia toda cosa alta; es rey sobre todos los soberbios"). [^ La obra de Hobbes, marcadamente materialista, puede entenderse como una justificación del Estado absoluto, a la vez que como la proposición teórica del contrato social, y establece una doctrina de derecho moderno como base de las sociedades y de los gobiernos legítimos.
En el análisis de la vida social y política Hobbes partirá de la consideración de que la sociedad está compuesta por una multiplicidad de seres individuales conducidos por sus pasiones, intentando explicar cómo se produce la transición de este individualismo atomista a la construcción de un cuerpo social artificial, o estado, de carácter absolutista. Tradicionalmente se ha considerado la obra política de Hobbes como la fundamentación teórica del absolutismo.
Para Hobbes la soberanía es absoluta, indivisible e irrevocable. A partir de estas características atribuidas a la soberanía se ha considerado a Hobbes como uno de los mayores defensores del poder ilimitado el Estado. Esta, a pesar de ser la interpretación tradicional, no es la dominante. Toda vez que en la actualidad y desde hace más o menos un siglo la lectura del filósofo ingles ha variado de forma radical. Así, al contexto de las recientes interpretaciones. Hobbes aparece ya como el autor liberal, o incluso, como el padre intelectual del modelo político de corte liberal. Con esto se quiere significar, entre otras cosas, que el leviatán y en las demás obras político – jurídico de Hobbes se encuentra la fuente de la cual manan la teoría de los derechos naturales del hombre, la defensa de la libertad, el carácter racional de la ley, el constitucionalismo; o, dicho en términos generales, el discurso de los límites al poder.
La concepción artificial o contractual del estado alude a que éste no debe ser entendido como el resultado de una pacífica evolución histórica, sino como el producto del arte: <<gracias al arte se crea esa gran Leviatán que llamamos república o estado que no es sino un hombre artificial, aunque sea de mayor estatura y robustez que el natural para cuya protección y defensa fue instituido>>. De lo anterior se pueden desprender otros dos elementos del estado liberal: la legitimidad y los derechos naturales. El estado es legítimo, ya que, al ser un producto del arte, se entiende que en su origen se encuentra la voluntad del hombre. <<y n la política liberal la esencia de la legitimidad no es la tradición sino el consentimiento>>.
Si el estado es el hombre y no la naturaleza o la divinidad, la misión del estado será la de
proteger a su creador con lo que se entiende que éste es titular de ciertos derechos que son
anteriores a la existencia del estado. Los restantes elementos de legalidad y constitucionalismo pueden ser vistos como una garantía de que el estado cumpla con la labor por la cual fue instituido. Así, la exigencia de que el poder sea ejercido en el marco de la legalidad, junto con el sentido propio del constitucionalismo, debe excluir tanto el ejercicio del poder arbitrario, como el ejercicio arbitrario del poder legal.
En la historia del pensamiento político se ha establecido una relación directa entre el contractualismo y el liberalismo. Sin embargo, esta relación es tan solo histórica, ya que la teoría política liberal no depende casualmente del método contractualismo y, por otra parte, la utilización de dicho método como modelo de explicación y legitimación del estado no conlleva necesariamente a una teoría liberal del estado. El contractualismo representa tan solo un método formalista o vacío que puede ser llenado con cualquier contenido, dependiendo de criterios ideológicos. Así, únicamente el punto de partida esto es, la noción de un estado natural y original en el cual los hombres se encuentran aislados y deciden, mediante acuerdos guiados por la razón, salir de dicha condición y pasar a un estado político o civil, se corresponde con los principios liberales. Por lo tanto, la estructura del contractualismo puede servir para establecer y, más importante aún. Para legitimar cualquier sistema político. De esta manera partiendo de los principios liberales y contractualistas, se puede construir un Estado absoluto e incondicionado. Estado – leviatán se constituye como un verdadero estado de derecho prevaleciendo con esto el individualismo sobre el absolutismo. El método utilizado por Hobbes para estudiar el Estado es el racional-hipotético, método a partir del cual se conocen los efectos a partir del estudio de las causas. Esta tarea de conocer las causas que originan un efecto o resultado es para Hobbes la tarea de la filosofía; es decir, que no basta con conocer la naturaleza de las cosas en sí mismas consideradas, sino que es necesario conocer cuál es la razón de ser de éstas. Lo anterior, aplicado a la política, da como resultado que no es suficiente saber que el Estado realmente existe, sino que se deberán buscar las causas que generaron dicho efecto. En la búsqueda de tales causas, Hobbes se imagina cuál sería la situación de los hombres allí donde no existe un tercero autorizado para regular los conflictos que se presenten entre ellos. Esta situación es la tan conocida guerra de todos contra todos. Si se tiene en cuenta que esta condición de guerra propia del estado de naturaleza se infiere a partir de un método racional–hipotético, tal como lo reconoce Hobbes al sostener que el estado de naturaleza por él descrito no ha existido sino tan sólo en situaciones particulares –por ejemplo, en la América para entonces acabada de descubrir o en las relaciones entre los Estados–, bien se podría afirmar que su conclusión es sólo aplicable a determinados casos, como lo podría ser la conflictiva sociedad inglesa de mediados del siglo XVII, por ejemplo. La vida en el estado de naturaleza está permanentemente amenazada por una condición de guerra de todos contra todos, lo que conduce a un estado de miedo mutuo entre los hombres. Este miedo mutuo descrito por Hobbes proviene de la misma naturaleza del hombre, ya que ella está guiada por ciertas disposiciones que hacen imposible la convivencia entre los hombres, tales como la «competencia», la «desconfianza» y la «gloria», disposiciones que se pueden resumir en el egoísmo y en un «incesante deseo de poder», de tal magnitud que solo cesa con la muerte. Además de esto, según Hobbes, los hombres son naturalmente iguales y están dotados de un derecho de naturaleza a todo.
siempre de la voluntad, ya sea la de los participantes en el acuerdo, o la de los sometidos en la guerra, respectivamente. Voluntad que, en ambas situaciones, se desprende del miedo. Sin embargo, tal como se acaba de ver y por absurdo que sea, para Hobbes este acto arrancado por el temor es un acto voluntario que, por ser tal, dota de legitimidad al soberano.