









Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity
Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium
Prepara tus exámenes
Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity
Prepara tus exámenes con los documentos que comparten otros estudiantes como tú en Docsity
Los mejores documentos en venta realizados por estudiantes que han terminado sus estudios
Estudia con lecciones y exámenes resueltos basados en los programas académicos de las mejores universidades
Responde a preguntas de exámenes reales y pon a prueba tu preparación
Consigue puntos base para descargar
Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium
Comunidad
Pide ayuda a la comunidad y resuelve tus dudas de estudio
Descubre las mejores universidades de tu país según los usuarios de Docsity
Ebooks gratuitos
Descarga nuestras guías gratuitas sobre técnicas de estudio, métodos para controlar la ansiedad y consejos para la tesis preparadas por los tutores de Docsity
es una meta de alcanzar los ejercicios propuestos por la parte clínica
Tipo: Diapositivas
1 / 16
Esta página no es visible en la vista previa
¡No te pierdas las partes importantes!
JJAAIIMMEE AARRAAMMBBEERRRRII JJAAVVIIEERR MMEENNDDIICCUUTTEE
JJAAIIMMEE AARRAAMMBBEERRRRII JJAAVVIIEERR MMEENNDDIICCUUTTEE
La superficie corneal anterior es asférica, al cambiar el radio de curvatura desde el centro (valor más bajo) a la periferia (valor más alto). Sin embargo, la zona central, también llamada zona óptica, puede considerarse esfé- rica o esferocilíndrica y es aquella sobre la que se rea- liza la medición queratométrica. En la zona óptica de la córnea, el radio de curvatura medio de la superficie anterior corneal es de 7,8 mm y el de la superficie posterior 6,5 mm. Esto determina que la potencia de la superficie anterior es de, aproximada- mente, 48 D y el de la superficie posterior –6 D, por lo que la potencia corneal neta tiene un valor de 42 D. Desde el exterior, la córnea tiene forma elíptica, sien- do el diámetro horizontal (11,5 mm) mayor que el verti- cal (10,5 mm). Desde el interior, la córnea tiene un aspecto circular, con un diámetro medio de 11,7 mm.^9
La queratometría se fundamenta en el estudio de la ima- gen de un objeto, de tamaño conocido, reflejada por la parte central de la superficie anterior de la córnea. La superficie corneal anterior es equiparable a un espejo convexo, generando una imagen virtual, más pequeña que la real, y cuyo tamaño depende del radio de curvatura, de tal forma que cuanto mayor es éste, menor tamaño tiene la imagen reflejada. La fórmula matemática que define el queratómetro (fórmula queratométrica) se obtiene a partir de la rela- ción existente entre los elementos ópticos de un espejo convexo (Fig. 1). Un objeto BQ de tamaño h produce una imagen B´Q´, cuyo tamaño y situación podemos determinar llevando rayos desde B y Q al centro de cur- vatura del espejo, C, y al foco principal, F´. Los prime- ros, se reflejan sobre la trayectoria original al incidir de forma normal sobre la superficie reflejante. Los rayos Fig. 1. Optica de espejo convexo.
que se dirigen a F´ se reflejan de forma paralela al eje óptico. La imagen resultante, B´Q´, tiene un tamaño h´. Si llamamos x a la distancia entre el plano del obje- to BQ y el plano del foco F´, y f´ a la distancia focal (de vértice corneal, A, a foco principal, F´), podemos obte- ner la siguiente ecuación a partir de los triángulos simi- lares YF´Z y BF´Q:
Teniendo en cuenta que la distancia focal, f´, es la mitad del radio de curvatura, r:
Cuanto más alejemos el objeto del espejo, la imagen B´Q´se formará más cerca del plano focal, F´, igualán- dose las distancias d ( distancia objeto-imagen) y x. Se puede asumir que ésto es así con un error de 0,16 mm cuando d = 100 mm, y 0,2 mm cuando d = 80 mm. Se llega así a la fórmula queratométrica:
A partir de ella podemos obtener el radio de curva- tura de la córnea diseñando un aparato que, fijando dos de las variables d, h y h´, permita medir la tercera.
El valor de la potencia corneal (en dioptrías) ofrecido por la escala calibrada de los queratómetros manuales, así como el medido por los automáticos, no correspon- de a la potencia de la superficie anterior de la córnea, sino a la potencia corneal total. La conversión de milímetros (radio de curvatura) a dioptrías (potencia) se realiza mediante la ecuación para superficies refractivas esféricas, derivada de la ley
h´/h = f´/x.
h´/h = r/2x
r = 2dh´/h
Varios estudios han demostrado que el valor n = 1, es superior al real y que un valor n = 1,3333 es más adecuado para el cálculo de la potencia total de la cór- nea. 3,4^ Este valor ya fue sugerido por Binkhorst en 1975, si bien supuso incorrectamente que la menor potencia corneal resultante era debida al aplanamiento inducido por la cirugía de catarata.^5 Actualmente las fórmulas de 3ª generación (Holladay I^6 y SRK/T 7 ) emplean este valor. La fórmula Hoffer-Q^8 emplea n = 1,336.
Podemos diferenciar entre queratómetros manuales y automáticos. En los primeros, el observador debe enfo- car y centrar las miras, así como modificar su posición para obtener la medida. En los automáticos el explora- dor se limita a centrar la mira sobre la córnea y pulsar un botón, siendo el aparato el que efectúa la medición. Todos ellos efectúan la medida sobre un área de cór- nea central de aproximadamente 3 mm de diámetro (desde 2,8 hasta 3,2 mm).
Existen varios modelos comercializados, compartiendo todos la existencia de 3 elementos comunes:
partir de un tamaño de objeto, h, fijo y un tamaño de imagen, h´, variable, o viceversa. Al primer tipo corres- ponden los queratómetros tipo Helmholtz, Zeiss y Rodenstock, y al segundo el queratómetro de Javal- Schiötz. El rango de potencias medibles con estos aparatos se extiende entre 36 y 52 D. Se puede aumentar el límite superior hasta 60 D anteponiendo un cristal de +1.25 D (en la apertura que da al paciente) y añadiendo 9 D a la lectura efectuada en el tambor para obtener la poten- cia corneal. Para reducir el límite inferior hasta 30 D, hay que anteponer un cristal de –1 D y restar 6 D de la lectura del tambor.
Queratómetro tipo Helmholtz (Bausch and Lomb®) Este instrumento (Fig. 2) se caracteriza por:
Fig. 2. Queratómetro tipo Helmholtz.
Fig. 3. Mira queratométrica del queratómetro tipo Helmholtz.
Fig. 4. Sistema duplicador del queratómetro tipo Helmholtz.
Fig. 5. Miras desenfocadas en el queratómetro tipo Helmholtz.
Actualmente están disponibles varios modelos distribui- dos por diferentes marcas comerciales. Podemos distin- guir entre instrumentos de sobremesa (Fig. 10) y portá- tiles (Fig. 11). Los primeros, en general, comparten las funciones de refractometría y queratometría. Al igual que en los queratómetros manuales, la medi- ción del radio de curvatura se realiza a partir del aná- lisis de la imagen reflejada por la superficie corneal anterior de un objeto (mira). La mayoría de los modelos proyectan sobre la córnea una imagen luminosa cuyo reflejo es captado por unos fotosensores. El procesador analiza esta imagen y determina el radio de curvatura de los meridianos principales. Las principales ventajas de estos aparatos sobre los manuales son:
Fig. 10. Queratómetro automático sobremesa.
Fig. 11. Queratómetro automático portátil.
El error en la queratometría es un motivo frecuente de error en el cálculo de la LIO. Un error de 1 dioptría en el valor de K se traduce, aproximadamente, en un error refractivo postoperatorio de 1 dioptría. Por ello, es fun- damental conocer las fuentes de error y sus soluciones.^10
Una de las premisas en que se basa la queratometría es la distancia objeto (mira) - córnea (d) constante. La ima- gen resultante se forma en un plano concreto dentro del sistema de visualización. Sin embargo, si el observador utiliza su acomodación para ver la imagen, la distancia d cambia, siendo menor que la correcta, y el resultado será una medida de potencia inferior a la real (radio de curvatura mayor) al ser la imagen de mayor tamaño. Esto es debido a que las miras se sitúan más próximas a la córnea subtendiendo un ángulo mayor y, además, el objetivo proporciona una mayor magnificación.
Este tipo de error se produce en 2 situaciones:
En la queratotomía radial se produce un aplana- miento de la córnea central con abombamiento perifé- rico que afecta tanto a la superficie corneal anterior como a la posterior. Por ello, el índice de refracción uti- lizado para el cálculo de la potencia no cambia. Siempre que el área medida sea esférica o esferocilín- drica (generalmente cuando la zona óptica es superior a 4 mm) la medición puede ser válida. En caso de zona óptica pequeña, inferior a 4 mm, la forma del área de medición puede ser demasiado irregular como para ofrecer una medida aceptable, o bien coincidir con una zona de cambio de curvatura ofreciendo un valor no representativo de la córnea central.^12 En la PRK y LASIK, la principal fuente de error radi- ca en el cambio en la relación entre curvatura corneal anterior, aplanada por la cirugía, y posterior, que per- manece inalterada. Si se calcula la potencia con el índi- ce de refracción n = 1,3333, se sobreestima el poder corneal, aproximadamente, entre un 14% y un 25% del cambio inducido por la cirugía. Por ejemplo, en un caso de 10 D corregidas, siendo la queratometría real 36 D, el queratómetro medirá 37,5 D.12,13^ Como puede verse, la sobreestimación depende del número de dioptrías corregidas.
En caso de distorsión de las miras queratométricas, la fiabilidad de la medida debe ser puesta en duda y, ésta, generalmente desechada. Este fenómeno se puede producir en diferentes cir- cunstancias: forma corneal anómala (ver punto ante- rior), película lagrimal insuficiente o excesiva, instila- ción previa de pomada, alteraciones epiteliales, mala fijación del paciente, parpadeo frecuente, etc. Si la causa es una alteración epitelial o el defecto de película lagrimal, la instilación de un colirio, por ejem- plo lágrima artificial, puede mejorar la calidad de las miras permitiendo la obtención de una medida.
El queratómetro puede perder precisión con el uso y el paso del tiempo debido al movimiento de sus elementos mecánicos y/o ópticos y a la suciedad de sus elementos ópticos. Un calibrado frecuente evita los errores induci- dos por este hecho. El método más empleado es mediante la medición de bolas de acero calibradas, con diferentes radios de cur- vatura. Se toman varias medidas repetidamente de cada bola y se obtiene la media. Otra forma sencilla y práctica consiste en conocer la queratometría de uno o varios miembros del equipo, cuyas medidas servirán como referencia de calibración. Es importante cumplir con las medidas de manteni- miento recomendadas por el fabricante para asegurar el buen estado del instrumento.
NORMAS PRACTICAS PARA UNA QUERATOMETRIA SIN ERRORES