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Valeria Aguayo Burgos.
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03/12/2020
REFLEXIONES DESDE LA HISTORIA DEL ARTE
Primera comunión, Pablo Picasso.
La primera comunión fue una de las primeras obras del pintor cubista malagueño Pablo
Picasso, realizada cuando solo tenía 15 años edad utilizando una técnica óleo sobre lienzo, un
método muy usado para la época la
cual era 1896 el auge del estilo
realista ligado a lo religioso. Fue una
obra de apertura en la carrera de
quien entonces joven pintor, el cual
llevo como tema la comunión de su
hermana, realzando el contraste de
colores rojos y oscuros con la pasión
del atavío de la jovial. Se trata del
primer suceso del pintor en ser
exhibido de manera pública.
Fue un joven sobrenatural, con una
gran agudeza para el dibujo pintado.
(https://www.aparences.net/)
Esto permitió que superara a sus compañeros y se enrolara en la escuela de Bellas Artes de
Barcelona, aunque no logró titularse o graduarse ya que de ningún modo asistía. Se trata de
una de las primeras demostraciones de la gran agudeza del tierno pintor, pegado con otra de
sus obras maestras de esta época: sapiencia y conmiseración. Una vida después, cuando se
mudó a París, Picasso se alejó de su suerte vívido para experimentar con los estilos artísticos
más experimentales que predominaban en Francia. Esto dio parodia al último plazo celeste de
Picasso y, para terminar, al cubismo que caracteriza a su obra.
A primera vista te da la sensación de que no es una obra fuera de lo común, pero ya sabiendo
toda la historia detrás me causa gran impresión el talento de Picasso presentado desde tan
temprana edad y que fue el inicio de uno de los grandes artistas de la historia, hace que esta
pintura sea más que especial.
