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Una introducción a la sociología, una disciplina que estudia la vida humana, los grupos sociales y las sociedades en su conjunto. Se explora su nacimiento y evolución a través de los pensamientos de importantes pensadores como auguste comte, émile durkheim, karl marx y max weber. Se detalla cómo cada uno de ellos contribuyó a las tres tradiciones generales de la sociología: el funcionalismo, la teoría del conflicto y el interaccionismo.
Qué aprenderás
Tipo: Resúmenes
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¿Sociología? Y eso con qué se come Anthony Giddens y Philip Sutton, en el primer capítulo de su libro Sociología^1 nos introducen al fascinante mundo de esta disciplina contándonos lo que es, “cómo y por qué nació y para qué se utiliza” la sociología. Los autores comienzan por definir “la sociología como el estudio científico de la vida humana, los grupos sociales y las sociedades en su conjunto”; a la sociología se le denomina con frecuencia “la ciencia de la sociedad”, entendiendo “sociedad” como un conglomerado de personas que se relacionan entre sí y comparten una serie de aspectos culturales. Las sociedades humanas siempre están estructurándose, son dinámicas como la vida misma, por ello, la sociología siempre debe estar investigando la forma en que la sociedad evoluciona. Sucesos como la Perestroika y el derrumbamiento del comunismo en la Unión Soviética a principios de los 90, evidencian que no hay estructura social suficientemente sólida que no esté sujeta a la posibilidad del cambio; y allí, en medio de todos estos procesos de transformación la sociología cumple un papel fundamental al investigar e interpretar la evolución de estos cambios. Los estudios formales sobre la vida social tuvieron su inicio con la Revolución Francesa y el surgimiento de la Revolución Industrial en Europa, que sucedieron a mediados del siglo 18. Los cambios en la vida social que produjeron estos movimientos provocaron que varios pensadores se cuestionaran sobre el porqué de estos eventos, y las respectivas consecuencias que traerían a la sociedad. Uno de estos pensadores fue el francés Auguste Comte, quien quiso crear una “ciencia de la sociedad” para explicar las leyes sociales de la misma manera en que las ciencias naturales explicaban el funcionamiento del mundo físico. Comte creó la palabra “sociología” para llamar de esta forma la disciplina que proponía; una disciplina que buscaba aplicar métodos científicos, como los que se usaban en física y química, para el estudio de la sociedad. (^1) Anthony Giddens y Philip W Sutton, Sociología , trad. Francisco Muñoz de Bustillo, 7ª ed. (Madrid, España: Alianza, 2014), 27-56.
El pensador francés consideraba que la comprensión del mundo había pasado por tres períodos: el teológico, que apuntaba a la creencia de que “la sociedad era expresión de la voluntad divina”; el metafísico, la sociedad ya no era considerada algo sobrenatural sino de origen natural; y el positivo, que señalaba el uso de los métodos científicos para estudiar la sociedad. Comte creía que la sociología era la última ciencia que faltaba por crear. Su visión fue importante para la profesionalización de la sociología como disciplina académica, no obstante, sus escritos no han tenido una influencia perdurable en la sociología moderna como los de su compatriota Émile Durkheim. Durkheim se concentró en los “hechos sociales”, y cómo estos podían ejercer una presión externa en el individuo. Este pensador entendió como “hecho social” todas aquellas instituciones que regulan y guían el comportamiento humano. Durkheim mostró que “hechos sociales” como la religión, el matrimonio, el divorcio y la clase social, influyen directamente en el comportamiento. A Durkheim le preocupaban los cambios sociales desbalanceados de su época; tenía un especial interés en la solidaridad de tipo social y moral porque esta conservaba unida a la sociedad y la protegía de la anarquía. En su análisis sobre la llegada de la era industrial, Durkheim propuso una nueva forma de solidaridad a la que llamó “solidaridad orgánica”, la cual se daba por el aumento de las divisiones del trabajo; a mayor especialización de tareas una mayor dependencia se da entre las personas, del mismo modo en que sucede con el cuerpo orgánico humano, en donde cada órgano depende de todos los demás para funcionar bien. Hubo otro pensador que también se preocupó por la evolución de la industrialización y las desigualdades que esta provocaba, fue el alemán Karl Marx. El capitalismo fue el foco de atención para Marx; él consideraba que los capitalistas eran la clase dominante mientras que el mayor grupo de la población era la clase trabajadora. A los campesinos que abandonaron el trabajo agrícola para irse a los centros urbanos a trabajar en las fábricas los llamó “proletariado”. Para Marx, el capitalismo era totalmente clasista y provocaba el conflicto de clases, aseguraba que la lucha de clases había estado presente a lo largo de toda
propio. Esta tradición sociológica está encaminada a la interacción cara a cara que sucede en la cotidianidad. Las implicaciones prácticas de la sociología en nuestra vida son de gran alcance; mencionamos algunas a modo de conclusión: primera, la sociología nos concientiza de la diversidad cultural y nos ayuda a ver el mundo desde distintas perspectivas; segunda, las investigaciones sociológicas son determinantes a la hora de evaluar “resultados de iniciativas políticas”; tercera, comprender la sociedad y las relaciones sociales es un complemento ideal para profesionales de otras carreras; cuarta, y quizás la más importante, la sociología puede proveernos elementos que puedan favorecer nuestro conocimiento personal. Sencillamente, la sociología está en capacidad de leernos, interpretarnos, y ayudarnos a ser mejor personas; puede que no nos ayude a cambiar el mundo, pero definitivamente sí nos ayuda a entender el mundo.