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Inteligencia emocional en residentes universitarios
Tipo: Apuntes
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Antecedentes Para el desarrollo del concepto de inteligencia emocional, Mayer (2001) citado por Fragoso-Luzuriaga (2015) estableció 5 fases de estudio. La primera fase, tiene sus inicios en 1900 y culmina por los setenta. Esta fase se encuentra relacionada con la aparición del enfoque psicométrico, en el que se utilizan instrumentos científicos para obtener una medida del razonamiento abstracto. La segunda fase se produjo entre 1970 y 1990 aproximadamente, esta fase se vio influenciada por el paradigma cognitivo y del procesamiento de información. Además surgen autores claves para el desarrollo de la inteligencia emocional, como lo son Howard Gardner y Robert Sternberg. Los autores mencionados anteriormente dieron luces para comenzar a hablar de inteligencia emocional. La tercera fase, está comprendida entre 1990 a 1993. Los autores de la inteligencia emocional, Mayer y Salovey, comienzan sus primeras publicaciones sobre este concepto. En sus publicaciones los autores intentan explicar el procesamiento de información emocional, además propusieron un primer modelo sobre la inteligencia emocional. La cuarto fase se llevó a cabo entre 1994 y 1997, en la que la difusión de la inteligencia emocional se da en 1995 de forma rápida por Daniel Goleman y su best seller del mismo nombre (Inteligencia Emocional). Sin embargo, en el libro de Goleman existan ciertas afirmaciones que no coincidían con las propuestas por Mayer y Salovey, distorsionando el concepto de Inteligencia Emocional. La quinta fase, comprende de 1998 hasta la actualidad. En esta etapa se producen modificaciones del concepto de Salovey y Mayer, es decir, agregan una habilidad básica a su modelo anterior, terminando con cuatro habilidades básicas: percepción y valoración emocional; facilitación emocional; comprensión emocional y regulación reflexiva de las emociones. A su vez se crean instrumentos de medición y las investigaciones sobre este tema se incrementan Vallejo, Rodríguez, Sicilia, García y Martínez (2012) en una investigación realizada con 24 alumnos de secundaria de entre 16 y 18 años de edad, respecto al influjo de la IE en el rendimiento escolar, utilizando como instrumentos el TMM-24 y la Escala de Inteligencia de Wechsler para adultos III (TEA, 1998), mostraron que la IE influye en el RA. Además hallaron que los estudiantes con una IE baja lograron un menor rendimiento escolar, y al contrario, los alumnos que obtuvieron un rendimiento mayor mostraron una IE excelente.
Mohzan, Hassan y Halil (2013) en un trabajo de investigación con 1214 estudiantes de bachillerato, con una media de edad de 21 años, hallaron una relación positiva pero débil entre la IE general y el RA. En este estudio aplicaron la Escala de Inteligencia Emocional de Wong y Law (2002) (WLEIS). Aunque no fue una relación estadísticamente significativa, si que mostraron que a más alta IE mejores son los logros académicos, y afirmaron que dos de las 114 dimensiones (de las cuatro que componen el WLEIS), la autoevaluación y la comprensión de las emociones, se relacionaban significativamente con el RA. Referencias Fragoso-Luzuriaga, R. (2015). Inteligencia emocional y competencias emocionales en educación superior, ¿un mismo concepto? Revista Iberoamericana de Educación 154 Superior, 16(6), 110-125. Recuperado de https://ries.universia.net/article/viewFile/1085/