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describe algunas generalidades del sistema inmune
Tipo: Resúmenes
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La palabra Inmunidad se deriva del latín Inmunitas que significa "libre o exento de" y se define como el conjunto de mecanismos que le permiten al organismo defenderse de un sinnúmero de agentes agresores (microorganismos o partículas de diferente orden), que se encuentran en el medio ambiente, así como de controlar alteraciones internas derivadas de el desarrollo de células tumorales o presencia de moléculas nocivas. LOS ANTÍGENOS. Los agentes agresores se denominan ANTÍGENOS, que representan todo aquello que es diferente desde el punto de vista molecular a los componentes de nuestro organismo, por lo que pueden ser reconocidos por receptores específicos localizados en las membranas celulares, en los linfocitos T y B entre otros, para ser destruidos por diversos mecanismos. Su permanencia en el organismo puede eventualmente ocasionar lesiones de diferente nivel de gravedad. Los antígenos pueden ser de dos tipos: a. Los que provienen del exterior conocidos como los antígenos externos y los que se generan en el interior del organismo, conocidos como antígenos internos. Es importante tener en cuenta que un antígeno externo puede al unirse a la célula cambiar sus características fundamentales, dando origen a un antígeno interno. Los antígenos externos pueden ser de dos tipos: antígenos vivos, conocidos también como microorganismos (virus, bacterias, parásitos, etc) y antígenos inertes, que generalmente son partículas ambientales que ingresan por ejemplo con la respiración y el consumo de alimentos o medicamentos. Los antígenos internos se generan dentro de la célula, bien sea en el núcleo, en el citoplasma o en la membrana celular, siendo por lo tanto componentes celulares propios o como ya se comentó previamente, modificados por algún antígeno externo. Desde el punto de vista de su origen, los antígenos se clasifican en tres grandes categorías:
identificarlos a partir de los diferentes componentes de su propia estructura, como por ejemplo por su membrana celular, la cápsula, los cilios si los tienen, la producción de sustancias como las exotoxinas, etc. Estas características de la constitución del antígeno además de permitirle al organismo su identificación, también son utilizadas en las pruebas de laboratorio clínico para estudiarlos, identificarlos y hacerles seguimiento cuando se instauran tratamientos específicos contra ellos. TIPOS DE INMUNIDAD El sistema inmune actúa bajo la forma de respuestas coordinadas donde intervienen una gran cantidad de elementos que en conjunto constituyen la denominada respuesta inmune. El objeto final de la respuesta inmune es favorecer el control y destrucción del antígeno y facilitar la reconstrucción del tejido lesionado en condiciones similares a las que tenía antes de ser agredido. La respuesta inmune se divide en dos grandes tipos: inmunidad innata e inmunidad adquirida. La INMUNIDAD INNATA es aquella que reacciona contra cualquier antígeno independientemente de la clase del mismo, desde el primer contacto con este. Tiene como características fundamentales el ser INMEDIATA , INESPECÍFICA y NO GENERAR PROCESOS DE MEMORIA. Su finalidad es destruir el antígeno. Es la más importante actividad de defensa de nuestro organismo y para cumplir su propósito se encuentra constituida por los siguientes sistemas, algunos de los cuales también hacen parte de la inmunidad adquirida:
Macrófago. Monocito Monocito Macrófago Figura 1. Monocito y macrófago. Constitución básica. Descripción en el texto. Estas células pertenecen al grupo que se deriva de los promonocitos en la médula ósea, que al diferenciarse constituyen los monocitos sanguíneos y posteriormente se distribuyen en los tejidos constituyendo los macrófagos. Se encuentran en la totalidad del tejido conectivo, rodean la membrana basal de los vasos sanguíneos de pequeño calibre, y se concentran ampliamente en los pulmones (macrófagos alveolares), el hígado (células de Kupffer), el bazo y en los ganglios linfáticos, donde se hallan estratégicamente ubicadas tapizando los sinusoides para cumplir con las funciones ya mencionadas. Se encuentran además en otros órganos como en el mesangio renal, sistema óseo y sistema nervioso central. Microscópicamente, presentan un citoplasma de mayor tamaño que el de los linfocitos, con un núcleo generalmente excéntrico de forma oval o reniforme. Los lisosomas se observan como pequeñas vacuolas las cuales contienen enzimas degradantes. Su papel en la respuesta inmunológica es de gran importancia: a) son presentadoras de antígenos a los linfocitos y actúan como células efectoras atacando ciertos microorganismos y células neoplásicas. b) además de ser APC los macrófagos tienen en su membrana receptores toll que le permiten reconocer diferentes tipos de antígenos de manera innata. c) los macrófagos contienen además en su membrana receptores específicos que incrementan enormemente su capacidad para fagocitar microorganismos cubiertos. De estos receptores los identificados hasta el momento son:
confirmación de esta misma actividad in vivo, no ha logrado demostrarse satisfactoriamente. Lo que si se ha demostrado es su capacidad para unirse intensamente a parásitos neutralizados por complemento o por inmunoglobulinas, donde liberan proteínas granulares catiónicas, que ocasionan efectos citotóxicos sobre estos. Este efecto se ha visto con parásitos grandes como trichinella, schistosoma o fasciola. Una descripción más completa sobre el eosinófilo se hará más adelante. 2.3. CÉLULAS MEDIADORAS DE LA INFLAMACIÓN. Los principales mediadores celulares de la inflamación vienen a ser los neutrófilos y los macrófagos, siendo su importancia enorme como se ha visto hasta ahora. Existen sin embargo, otras células que también desempeñan un papel importante durante estos procesos como son los eosinófilos, los basófilos y las células cebadas y las plaquetas. Eosinófilos Estas células se caracterizan por presentar en su citoplasma gran cantidad de gránulos rojos que contienen proteínas básicas y enzimas degradantes. Sus funciones no son muy claras, pero se han descrito las siguientes:
Se han encontrado en sitios donde la reacción inmunológica es desencadenada por Ig E, donde neutralizan a los mediadores químicos de la inflamación liberados por las células cebadas.
Los eosinófilos poseen receptores para C3b y Fc, y pueden fagocitar complejos antígeno- anticuerpo. Figura 3. Eosinófilo. Explicación en el texto.
Los eosinófilos se acumulan en las zonas infestadas por parásitos y son moduladores de citotoxicidad mediada por células contra este tipo de agresor. Su capacidad para destruir larvas aumenta en la medida en que se refuerza su función con un factor citotóxico eosinofílico liberado por los mastocitos, y el factor de necrosis tumoral alfa (FNTa). La eosinofilia intensa es producida en la mayoría de los casos por la actividad de la citocina IL
Basófilos y células cebadas. Estas células contienen en su citoplasma gran cantidad de gránulos metacromáticos que contienen en su interior heparina y otras aminas vasoactivas. El núcleo del basófilo es
lobulado, mientras que el de la célula cebada no. Los gránulos son más abundantes en las células cebadas. Los Basófilos se encuentran principalmente en la sangre y sitios donde se presenta inflamación, mientras las células cebadas se encuentran en los tejidos. Basófilo Célula cebada Figura 4. Basófilos. Células cebadas. Explicación en el texto. Son células capaces de liberar además de las sustancias antes mencionadas las siguientes: IL 3, IL 4, IL 5, IL 6 y FEC GM (factor estimulador del crecimiento de macrófagos y granulocitos). Poseen además receptores para Fc y C3b. Su función más importante está relacionada con la actividad de la Ig E para producir reacciones de hipersensibilidad inmediata y en casos de hipersensibilidad tardía para el rechazo de tumores e injertos (basófilos). Plaquetas. Al lado de su participación en la coagulación, las Plaquetas cumplen un papel muy importante en algunos mecanismos secundarios de la respuesta inmune. Las plaquetas poseen receptores Fc para inmunoglobulinas G y E y para las moléculas clase I del CMH. Se agregan sobre las zonas alteradas de las superficies endoteliales liberando factores que aumentan la permeabilidad capilar y activan subfactores del complemento que generan procesos quimiotácticos.
3. SISTEMA CELULAR NO FAGOCITARIO. LAS CÉLULAS DE MEMORIA Pertenecen a este grupo las células que no participan de los procesos de fagocitosis , pero que tienen la capacidad de desarrollar procesos de memoria temporal o definitiva, además de producir citoquinas que amplifican la respuesta de defensa de manera muy importante. Son básicamente los linfocitos T y B. En un capítulo posterior se hará la descripción general de este grupo de células B. EL SISTEMA HUMORAL
Teniendo en cuenta la gran cantidad de elementos que participan en la respuesta inmune, debe tenerse en cuenta que el control de la misma está dado por una gran cantidad de genes los cuales se encargan de su regulación. Los defectos en la codificación, expresión o actividad de estos grupos de genes conducen a las siguientes posibilidades de defecto en la respuesta: