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Una descripción detallada del desarrollo de la mama en las mujeres, desde la formación de las glándulas mamarias hasta la lactancia. Se explora el papel de las hormonas, los factores de crecimiento y las variables genéticas en cada etapa, incluyendo la infancia, la pubertad, el ciclo menstrual, el embarazo y la menopausia. Se incluyen referencias bibliográficas para mayor profundización.
Tipo: Esquemas y mapas conceptuales
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Etapas del desarrollo y cambios evolutivos de la mama Durante el desarrollo de la mama una red compleja de interacciones hormonales, factores de crecimiento y variables genéticas desempeñan un papel fundamental en el desarrollo de los senos. Desde la formación de las glándulas mamarias hasta la fase de rápido crecimiento de la pubertad y el ciclo del embarazo y la lactancia, existen varias etapas en la vida de la mujer que determinan el desarrollo normal y anormal de las glándulas mamarias. Feto La mama durante el desarrollo embrionario da inicio en la sexta semana de la gestación, se observa un notable proceso. Entre la semana 7 hasta la semana 8 de la gestación se da lugar al engrosamiento del reborde ectodérmico para formar la línea mamaria, dando lugar al desarrollo de la cresta mamaria. Entre la semana 10 y la semana 12, se forman las yemas epiteliales dado que la cresta invadió el estroma. En la semana 32 las crestas se ramifican mientras se avanza el desarrollo, estas crestas se convierten en conductos mamarios primarios. Llegado el tercer trimestre del embarazo, se forman las glándulas sebáceas y los conductos mamarios, esto gracias a las hormonas sexuales placentarias quienes se encargan de inducir las canalizaciones de las líneas mamarias. Llegado a término se forman unos 10 conductos mayores y glándulas sebáceas cerca de la epidermis, con la diferenciación del parénquima y el desarrollo de estructuras lobuloalveolares entre las semanas 32 y 40. Neonato Las glándulas mamarias estimuladas producen calostro que puede secretarse a través del pezón en los primeros días después del nacimiento y disminuye durante varias semanas, coincidiendo con la supresión hormonal de la placenta. La mama de un recién nacido está formada por conductos rudimentarios que se estrechan poco después del nacimiento. En la infancia, las glándulas mamarias permanecen inmaduras, inactivas y poco desarrolladas y tienen una estructura similar en ambos sexos. El crecimiento de la glándula mamaria es isométrico hasta la pubertad, pero durante este período comienza el crecimiento alométrico del estroma y el epitelio de la glándula mamaria, generalmente entre los 8 y 12 años. Feto y neonato La primera evidencia de la existencia de la glándula mamaria en el embrión es la formación de un reborde que penetra al mesénquima (fosa mamaria) a partir de la sexta semana de gestación. Cerca del nacimiento se lleva a cabo la canalización de los conductos y la formación del pezón a partir de la evaginación de la fosa mamaria.15 Los conductos convergen hacia el pezón y se presenta actividad secretoria en los alveolos en crecimiento. (Sánchez Basurto, C. 2010, pp 84) Infancia Durante la infancia, las vesículas terminales continúan la canalización formando tubos mediante un mayor crecimiento y división y se desarrollan en estructuras tubulares.
Al igual que ocurre con los fetos y los recién nacidos, no existen diferencias notables en el desarrollo de la glándula mamaria entre hombres y mujeres durante la infancia. Al nacer, sólo están presentes los conductos galactóforos y las glándulas mamarias primarias, que permanecen sin desarrollarse hasta la pubertad. La estimulación hormonal en esta etapa del desarrollo de la glándula mamaria está influenciada principalmente por los estrógenos. Pubertad Durante la pubertad, el inicio y mantenimiento del crecimiento mamario está controlado por la prolactina (PRL) y la hormona del crecimiento hipofisario (STH), con estrechas contribuciones del estradiol ovárico y la progesterona. Otras sustancias anabólicas, como la insulina, así como el cortisol suprarrenal y la tiroxina, tienen funciones "permisoras". El alerce es el inicio del desarrollo mamario durante la pubertad, lo que se asocia con un aumento en la secreción de estrógeno. Al inicio de la pubertad, los cambios en la hormona luteinizante folículo estimulante conducen a una secreción alterada de estrógeno y progesterona a través de la estimulación ovárica, promoviendo así el crecimiento del tejido ovárico. Además, se incluyen la hormona del crecimiento y los glucocorticoides. El envejecimiento provoca un rápido crecimiento mamario, debido principalmente al depósito de tejido adiposo en las glándulas, pero también cambios significativos en la matriz y el epitelio, que están relacionados con la acción de las hormonas ováricas sobre las células madre mamarias. Estos cambios incluyen el alargamiento y ramificación de los conductos mamarios y la formación de grupos de células epiteliales llamados lóbulos. Este crecimiento epitelial continúa hasta los 35 años. En la forma femenina adulta, se ven tres tipos de lóbulos, divididos según el tamaño, pero durante el embarazo, esto cambia a cuatro tipos de lóbulos y alvéolos maduros. Ciclo menstrual Con la aparición de la menarca los aumentos cíclicos de estrógenos y progesterona estimulan el tejido mamario. Provocando cambios en las estructuras, tales como la proliferación del tejido graso y del tejido conecto, al igual que la formación de lóbulos y el desarrollo ductal, el tamaño y la textura dependiendo la fase del ciclo. Es posible que la progesterona estimule el crecimiento glandular durante la fase lútea. Embarazo Durante el embarazo, bajo la influencia de los estrógenos, la progesterona, la prolactina y la prolactina placentaria, las úlceras crecen más para preparar los senos. Esto se puede observar en el agrandamiento de los senos, el oscurecimiento de la piel de la areola, la protrusión de las glándulas areolares y el aumento del tamaño y la forma del pezón. Además, los conductos alveolares y los alvéolos se dilatan. En preparación para la lactancia, se deben producir hormonas como insulina, cortisol, hormona tiroidea, hormona del crecimiento, prolactina y prolactina placentaria. Aunque los senos se remodelan con cada ciclo menstrual, durante el embarazo y el parto los senos se forman completamente y se convierten en un órgano maduro y funcional. Este cambio está controlado por aumentos
Infancia: La línea mamaria se divide en 5 a 7 brotes mamarios. Los brotes mamarios penetran en la dermis y se ramifican. Se forman los conductos galactóforos primarios. Pubertad: Bajo la influencia de las hormonas sexuales femeninas (estrógeno y progesterona), los conductos galactóforos primarios se ramifican y crecen. Se forman los alvéolos. El tejido adiposo y conectivo aumenta. La mama aumenta de tamaño y se vuelve más prominente. Menarquía La menarquía señala el comienzo de la capacidad reproductiva en las mujeres y se caracteriza por cambios hormonales importantes. Durante la pubertad, el hipotálamo empieza a liberar hormona liberadora de gonadotropina (GnRH), lo cual estimula la glándula pituitaria para que secrete hormonas sexuales, como el estrógeno y la progesterona, desde los ovarios. Dichas hormonas provocan la maduración de los órganos reproductivos femeninos, así como cambios anatómicos a gran y pequeña escala en el sistema reproductivo. Cambios macroanatómicos: Aumento del tamaño de las mamas. Protuberancia del pezón. Areola se vuelve más oscura y agrandada. Cambios microanatómicos: Proliferación de los conductos galactóforos y alvéolos. Aumento del tejido adiposo y conectivo. Cambios en el epitelio glandular. Embarazo Durante este período, se producen cambios hormonales significativos que impactan tanto a la madre como al feto. La placenta produce la hormona gonadotropina coriónica humana (hCG), la cual mantiene el cuerpo lúteo y estimula la producción de estrógeno y progesterona. El embarazo requiere estas hormonas para mantenerse y provocar cambios anatómicos tanto macroscópicos como microscópicos en el sistema reproductivo femenino. Hay cambios significativos en las glándulas mamarias para preparar para la lactancia, como el aumento del tamaño de los conductos y alvéolos mamarios, así como modificaciones en la vascularización para asegurar el suministro de nutrientes a la glándula mamaria que está creciendo. Cambios macroanatómicos: Aumento significativo del tamaño de las mamas.
Las venas se vuelven más prominentes. El pezón y la areola se agrandan y oscurecen. Cambios microanatómicos: Mayor proliferación de los alvéolos. Diferenciación de las células alveolares en células secretoras de leche. Aumento del flujo sanguíneo. Menopausia La disminución de los niveles de estrógeno y progesterona causa que el endometrio experimente atrofia y adelgazamiento. También es posible que las glándulas mamarias sufran alteraciones, como una reducción en el tamaño y la densidad de los tejidos glandulares. Los cambios hormonales también pueden afectar a otros sistemas del cuerpo, como la piel, los huesos y el sistema cardiovascular, lo que contribuye a los síntomas asociados con la menopausia tales como sofocos, sequedad vaginal y pérdida ósea. Cambios macroanatómicos: Atrofia de la glándula mamaria. Las mamas se vuelven más pequeñas y menos firmes. El pezón y la areola pueden encogerse. Cambios microanatómicos: Disminución del número y tamaño de los alvéolos. Aumento del tejido adiposo y conectivo. Cambios en el epitelio glandular. Poli-Mérol, M. L., Souchon, P. F., Lawane, M., Lefebvre, F., & Daoud, S. (2005). Patología mamaria en el niño. EMC-Pediatría , 40 (3), 1-6. https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S Meresman, G. (2011). Relevancia de la apoptosis en la reproducción femenina. Investigación Clínica , 52 (3), 274-290. https://ve.scielo.org/scielo.php? script=sci_arttext&pid=S0535- Capote Bueno, M. I., Segredo Pérez, A. M., & Gómez Zayas, O. (2011). Climaterio y menopausia. Revista cubana de medicina general integral , 27 (4), 543-557. http://scielo.sld.cu/scielo.php?pid=s0864-21252011000400013&script=sci_arttext Hassiotou, F. O. T. E. I. N. I., & Geddes, D. (2012). Anatomía de la glándula mamaria humana: estado actual del conocimiento. Clinical Anatomy , 26 , 29-48. https://amamantarasturias.org/wp-content/uploads/2019/10/1758534_377-ANATOMI%CC %81A-2012-GEDDES_COMPLETO.pdf