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Hace 13.500 años: Big Bang. Su relato es la Física Hace 300.000 años: Formación de átomos y moléculas. Su relato es la Química Hace 3.800 años: Combinaciones complejas de moléculas forman organismos. Su relato es la Biología Hace 70.000 años: Organismos de la especie Homo Sapiens forman culturas. Su relato es la Historia
Tipo: Apuntes
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Hace 13.500 años: Big Bang. Su relato es la Física Hace 300.000 años: Formación de átomos y moléculas. Su relato es la Química Hace 3.800 años: Combinaciones complejas de moléculas forman organismos. Su relato es la Biología Hace 70.000 años: Organismos de la especie Homo Sapiens forman culturas. Su relato es la Historia
Tres revoluciones conformaron el curso de la Historia:
EL AUTOR subraya que hubo humanos desde mucho antes de que hubiera historia, pero su impacto en el medioambiente era insignificante como el de cualquier otro animal
Especie: Formada por animales que se aparean entre sí. Nuestra especia es SAPIENS Género: Lo forman las especies que evolucionaron de un ancestro común. Nuestro género es HOMO Familias: Agrupación de especies originadas en una matriarca o patriarca fundacional: Nuestra familia son los GRANDES SIMIOS. EL AUTOR dice que este ha sido uno de los secretos mejor guardados.
EL AUTOR destaca que hubo un tiempo en el que convivimos con otras especies de nuestro mismo género, es decir otras especies humanas como Homo Neanderthalensis, Erectus, Soloensis, Floresiensis, Denisova, Rudolfensis y Ergastes. Y es sólo desde hace 10.000 años que el Homo Sapiens está sólo. EL AUTOR añade que es una falacia creer que estas especies siguieron una línea de descendencia directa entre ellas. Es decir, desde 2 millones de años atrás hasta hace 10.000 años el mundo fue el hogar de varias especies humanas.
EL COSTE DE PENSAR Todas las especies humanas comparten una característica distintiva: un cerebro enorme en comparación con el resto de los animales, que representa un 2-3% del peso corporal, pero consume un 25% de la energía corporal cuando el cuerpo está en reposo. “Los humanos desviaron energía de los bíceps a las neuronas”. Otra característica distintiva es el andar sobre dos piernas, que permitió la visión elevada y la liberación de las manos para otras tareas. A su vez, el andar erguido produjo en las mujeres el estrechamiento del canal de parto, lo que derivó en la selección natural de los nacimientos más tempranos. En comparación con otros animales, los humanos nacen prematuramente, lo que contribuyó al desarrollo de las capacidades sociales de la especie y la formación de tribus. A su vez, la inmadurez de los recién nacidos permitió su formación a través de la educación. EL AUTOR explica como los humanos ocuparon desde siempre un lugar intermedio en la cadena alimentaria, basándose en la recolección y en la extracción del tuétano rompiendo huesos con sus utensilios de piedra, y que fue recién hace 400.000 años cuando comenzó a ser capaz de cazar presas grandes de modo regular, lo que lo llevó hace 100.000 años a la cima de la cadena alimentaria. El salto hasta la cima se dio en tan poco tiempo que no permitió la adaptación. EL AUTOR explica que el salto repentino desde una posición desvalida a una de liderazgo hace que se mantengan en nosotros miedos y ansiedades propios de nuestra condición original, y ha sido el motivo de muchas guerras mortíferas y catástrofes ecológicas.
La domesticación del fuego fue clave en el ascenso a la cumbre. Comenzó a utilizarse de modo esporádico hace 800.000 años y de modo habitual hace 300.000 años. Aparte de aportar luz, calor, protección y creación de claros en la selva para facilitar la caza, el principal beneficio del fuego fue que el hombre comenzó a cocinar. Esto permitió reducir el tiempo dedicado a la masticación y el acortamiento del tracto intestinal, lo que permitió destinar más energía al desarrollo cerebral.
GUARDIANES DE NUESTROS HERMANOS Hace 70.000 años, los Sapiens se extendieron desde África oriental a la península arábiga y de allí a Eurasia, que estaba poblada por otras especies humanas. Hay dos teorías opuestas acerca de lo que ocurrió:
2.- EL ÁRBOL DEL SABER En el período comprendido entre hace 70.000 y 30.000 años el homo sapiens desplegó habilidades y cambios notables que constituyen lo que EL AUTOR llama la revolución cognitiva. Surgen las habilidades de fabricación de barcos y navegación, la religión, el comercio, la estratificación social, los primeros objetos de arte, las lámparas de aceite, la confección de ropa… EL AUTOR comparte la teoría de que dicha revolución se inició con una mutación genética accidental que cambió las conexiones internas del cerebro humano, permitiendo el desarrollo de un tipo de lenguaje totalmente nuevo. La llama la mutación del árbol del saber. EL AUTOR analiza dos teorías que intentan explicar la novedad del nuevo lenguaje. Una de ellas apela a la flexibilidad de este, basada en la combinación de múltiples sonidos y señales para producir un número infinito de frases. Otra defiende que el lenguaje evolucionó como una variante del chismorreo dado que el hombre es ante todo un animal social. Pero EL AUTOR defiende que la característica verdaderamente diferencial del nuevo lenguaje de los sapiens es su capacidad de transmitir información sobre cosas que no existen, es decir, de crear ficciones y creérselas. Con la revolución cognitiva aparecen las leyendas, los mitos, los dioses y las religiones. Y las ficciones nos han permitido no solo imaginar cosas, sino hacerlo colectivamente. EL AUTOR defiende que, gracias a esta habilidad, los sapiens pueden cooperar de modos extremadamente flexibles con un número incontable de extraños, y que esa es la razón por la que los sapiens dominan el mundo.
EL AUTOR relata el modo de organización de los chimpancés en tropillas de entre 20 y 50, con un macho alfa en la cumbre jerárquica. Describe también la necesidad del conocimiento íntimo entre cada uno de ellos para poder cooperar, lo que limita el número de miembros del grupo. Con la revolución cognitiva y el chismorreo, los sapiens lograron aumentar el tamaño de los grupos. Pero el chismorreo también tiene un límite natural, y por encima de 150 miembros ya no es posible mantener la unidad del grupo. EL AUTOR explica que el Homo Sapiens logró superar esa barrera gracias a su capacidad de crear ficciones compartidas o mitos comunes.
EL AUTOR sigue a los psicólogos evolutivos, y plantea que nuestros hábitos alimentarios, nuestros conflictos y nuestra sexualidad son el resultado del choque entre nuestra mente cazadora-recolectora y la realidad postindustrial de megaciudades, bienes abundantes y tecnología en la que vivimos. Da el ejemplo de la teoría del “gen tragón” que deriva nuestro afán de alimentación hipercalórica de nuestra psicología recolectora, y que explica así la epidemia de obesidad a la que nos enfrentamos. Da también el ejemplo de la teoría de la “comuna antigua”, aunque en este caso indica que su apoyo está más dividido que la anterior. Esta teoría explicaría que la dificultad de sostener el modelo monogámico de relaciones se debe que en nuestra etapa recolectora vivíamos en tribus con multitud de relaciones cruzadas (una suerte de poliamor original).
EL AUTOR explica la dificultad de reconstruir la vida de los cazadores-recolectores dada la escasez de utensilios. Justamente la supervivencia de sólo parte de ellos, los realizados en piedra, ha dado la falsa impresión de que se trató de una edad de piedra cuando debería llamarse más acertadamente la edad de la madera. Otro modo de analizar la vida de estas comunidades es estudiar las pocas que aún existen. El problema es la influencia de nuestras sociedades modernas en ellas, así como la disparidad de culturas y costumbres que impiden deducir comportamientos uniformes. EL AUTOR concluye que, desde la revolución cognitiva, el homo sapiens no vivió un único modo de vida natural, sino una infinidad de variantes culturales.
La vida en el mundo preagrícola era en cuadrillas de humanos, a los que se podía sumar el primer animal domesticado por el Homo sapiens, el perro, y que lleva conviviendo con nosotros desde hace 15.000 años. La soledad y la privacidad eran raras. Todo se realizaba en comunidad. Cada cuadrilla vivía en relativo aislamiento de otras, con casi nulos encuentros. El único “comercio” que pudo haber entre bandas vecinas es el de objetos de prestigio. La mayoría de las bandas vivían viajando de un sitio a otro en busca de comida. En casos excepcionales, al dar con una fuente abundante de alimento, se realizaron asentamientos permanentes, como en el caso de las aldeas de pescadores. La alimentación era flexible y oportunista y basada en la recolección. Eso llevó a los cazadores-recolectores a desarrollar un conocimiento profundo de su entorno inmediato, infinitamente superior al que hoy tenemos. Hoy día, gracias a la cooperación, el colectivo humano tiene sabe muchísimas más cosas de las que sabían las antiguas cuadrillas, pero a nivel individual los antiguos cazadores-recolectores estaban más informados y eran más diestros. Esto hace que incluso se haya reducido el tamaño del cerebro desde aquel entonces a hoy, abriéndose “nuevos nichos para imbéciles”, en palabras de EL AUTOR. Además, los cazadores-recolectores estaban en una forma física excepcional, como la de un corredor de maratón actual. Los cazadores-recolectores vivían mejor que sus sucesores campesinos, pastores, jornaleros y oficinistas, tenían una vida más interesante y más tiempo libre. Además, su dieta variada constituía una alimentación ideal, lo que los hacia más altos y saludables que sus sucesores, ya que padecían menos enfermedades infecciosas. De cualquier modo, EL AUTOR llama a no idealizar la vida de los cazadores-recolectores. Cuenta el caso de ejemplos de extrema crueldad como el de los aché de Paraguay, que sobrevivieron hasta la década de 1960 en la selva paraguaya.
HABLANDO A LOS ESPÍRITUS En cuanto a sus creencias, EL AUTOR se suma a la mayor parte de los expertos para afirmar que los cazadores- recolectores eran animistas, es decir, que asignaban conciencia y sentimientos a los animales, plantas y fenómenos naturales y consideraban posible su comunicación con los humanos. La característica de las religiones animistas es que siempre se limita a invocar entidades locales, nunca se dan dioses universales. El mundo no gira en torno de los humanos.
EL AUTOR también indica que en relación al mundo sociopolítico de los cazadores-recolectores no sabemos apenas nada. Los restos de enterramientos dan algunas pistas de existencia de jerarquías sociales ya hace 30. años (los niños de Sungir, Rusia)
PAZ O GUERRA Sobre el papel de la guerra en las sociedades de cazadores-recolectores, EL AUTOR explica que hay dos teorías contradictorias, la que defiende la falta de conflictos y la que considera que era un período excepcionalmente cruel y violento. EL AUTOR asume que no se trata de una respuesta única, y que, dependiendo del tiempo y el lugar, seguramente se hayan dado sociedades de uno y otro tipo.
EL TELÓN DE SILENCIO EL AUTOR usa la metáfora del telón de silencio para evidenciar la falta de restos de que disponemos, y que producen un vacío informativo en relación al período de la revolución cognitiva, lo que puede llevarnos a la conclusión absurda de que en dicho período los humanos no hicieron nada de importancia. EL AUTOR defiende a idea contraria: que los sapiens tuvieron una incidencia crucial en el mundo que nos rodea de aquel entonces y como cambiaron radicalmente la ecología de este.
4.- EL DILUVIO Antes de la revolución cognitiva, todas las especies humanas vivían en el continente afroasiático. Con dicha revolución, adquirieron las capacidades para desplazarse. La primer gran colonización fue la de Australia hace unos 45.000 años, y se produjo gracias a la habilidad de construcción de barcas y la experiencia de navegación entre las islas de Indonesia. EL AUTOR considera el viaje a Australia equivalente al viaje de Colón o el viaje a la Luna. Una vez en Australia, los sapiens produjeron una catástrofe ecológica, haciendo desaparecer la megafauna australiana en cuestión de pocos miles de años.
Hay expertos que intentan exonerar a nuestra especie, y aducen causas climáticas. EL AUTOR relaciona 3 tipos de pruebas que debilitan esta teoría:
Tras devastar Australia, la segunda catástrofe ecológica la produjeron los Sapiens al llegar a América cruzando a pie por el estrecho de Bering hace unos 16.000 años. Persiguiendo la captura de animales con alto contenido proteico, los humanos desarrollaron equipamiento para soportar el frío y atravesar Siberia. Gracias al calentamiento global, en el 12.000 a.c. se fundió el hielo de los glaciares en Alaska y los sapiens pudieron pasar y
incrementó la procreación, aumentando así la población de los grupos y obligando a mayor producción de alimentos. Según EL AUTOR, los lujos tienden a convertirse en necesidades y a generar nuevas obligaciones. Compara la “esclavitud” del agricultor con la de los humanos contemporáneos, esclavos del trabajo y sometidos al stress de la hiper comunicación. El relato de la trampa del lujo supone una lección importante, concluye.
EL AUTOR indica la posibilidad de que adoptar una vida más dura no haya sido un error sino algo buscado como medio para conseguir otras aspiraciones. Da el ejemplo de las estructuras monumentales de Göbekli Tepe en Turquía, que datan de hace 9.500 años, y podrían haber sido la razón de ser del asentamiento humano necesario para su construcción y de la domesticación del trigo necesaria para alimentar a miles de trabajadores… Algo sorprendente considerando que todo indica que la sociedad de la época era de cazadores-recolectores.
Los sapiens no solo domesticaron plantas, también comenzaron a domesticar animales. El sacrificio de los ejemplares rebeldes priorizó la reproducción de los dóciles y sumisos, logrando la domesticación de especies (Da el ejemplo de las ovejas) Comenzaron a aparecer tribus de pastores. Los animales domesticados crecieron como los humanos, o más. Hoy hay 1.000 millones de ovejas, 1. millones de cerdos, 1.000 millones de vacas y 25.000 millones de gallinas en todo el planeta. EL AUTOR denuncia que vacas y gallinas son los animales más desdichados que jamás hayan existido a causa de la brutalidad que representan los métodos de domesticación. Para hacerlo, se quiebran sus instintos naturales, se contiene su agresividad y sexualidad y se reduce su libertad de movimientos. Además, la mayoría de los animales domésticos son sacrificados a muy corta edad cuando han alcanzado el peso suficiente para ser consumidos, cuando en libertad podrían vivir muchos años más. (EL AUTOR da varios ejemplos de brutalidad en la domesticación: corte de nariz de cerdos, quitarles los ojos a los cerdos, mantener preñadas a las vacas de manera continuada para que no dejen nunca de dar leche) Los animales domesticados triunfaron desde un punto de vista evolutivo porque crecieron en número de un modo notable, pero se vieron abocados al mayor sufrimiento individual posible. Esta combinación de éxito colectivo, pero sufrimiento individual es una seña de identidad de nuestra especie.
6.- CONSTRUYENDO PIRÁMIDES La revolución agrícola fue un punto de inflexión. Algunos lo toman como un paso hacia la prosperidad y el progreso, otros como el divorcio de la naturaleza y la entrada en una corriente de codicia y alienación. Hace 10.000 años había entre 5 y 8 millones de sapiens, todos recolectores-cazadores. ¡En el Siglo I d.c. solo quedaban 1 o 2 millones de recolectores-cazadores y había 250 millones de agricultores! La agricultura trajo el sedentarismo, el apego a un territorio pequeño y a la casa, y una psicología egocéntrica. El hombre comenzó a crear un ámbito artificial de existencia a poder acumular objetos personales.
Con la agricultura llegó la preocupación por el futuro, por la meteorología que podía echarlo todo a perder, por contar con reservas para el invierno o para un año malo. El esfuerzo de los agricultores tuvo su correlato en la generación de excedentes que sirvieron para generar y sostener a una elite privilegiada que era la que se apropiaba de los mismos. Dice EL AUTOR: “la historia es algo que ha hecho muy poca gente mientras que todos los demás araban los campos y acarreaban barreños de agua”.
Los excedentes de la producción agrícola permitieron la formación de las ciudades y el comercio. Y los mitos comunes que se crearon sirvieron para cohesionar a cada vez mayores conglomerados. EL AUTOR describe con ejemplos como se pasó de aldeas de pocos cientos de habitantes en 8.500 a.c. a mega imperios de varios millones entre el 1.000 a.c. y 500 a.c. El imperio romano llegó a tener 100M de súbditos y un ejército permanente de entre 250.000 y 500.000 soldados, además de unas infraestructuras asombrosas de carreteras, teatros, anfiteatros, etc. La mayoría de las redes de cooperación se organizaron para la opresión y la explotación, y se sostenían en mitos compartidos. EL AUTOR da dos ejemplos distantes pero que responden al mismo principio: el código de Hammurabi, de 1776 a.c., y la declaración de independencia de los EE. UU. de 1776 d.c., e indica que ambos se basan en mitos sin ninguna realidad objetiva que los sustente. EL AUTOR concluye que los órdenes sustentados por el mito son el modo que tienen los sapiens para poder cooperar en grandes grupos de forma efectiva.
No nos gusta tener que reconocer que nuestras creencias y valores son mitos, pero es así. A diferencia del orden natural, el orden imaginado hay que sostenerlo con un esfuerzo social permanente, y cambia ni bien dejamos de creer en él. Los ejércitos, tribunales y prisiones trabajan para mantener dichos órdenes imaginados, aunque no es suficiente sólo la violencia para mantener un mito sino también la fe en él. “Un sacerdote hace el trabajo de 100 soldados de manera mucho más eficiente”. El mito es necesario también para mantener unidas a las propias fuerzas militares y policiales, ya sea un dios, el honor, la patria, la hombría o el dinero. EL AUTOR considera que para que un orden imaginado se mantenga, las elites y el ejército deben creer firmemente en un mismo mito. “El sistema económico no habría durado ni un solo día si la mayoría de los accionistas y banqueros no hubieran creído en el capitalismo”.
LOS MUROS DE LA PRISIÓN Una de las claves para mantener un orden imaginado como el cristianismo, la democracia o el capitalismo, es no admitir nunca que el orden es imaginado. EL AUTOR destaca 3 factores que impiden que la gente se de cuenta de que el orden que los regula es imaginado:
7.- SOBRECARGA DE MEMORIA La evolución dotó al ser humano de piernas para jugar al futbol, pero sus reglas son una invención que no figura en los genes y que nos permiten jugar con perfectos desconocidos porque todas las conocemos. Las grandes sociedades en otras especies se basan en conductas almacenadas en su ADN, a diferencia de las del homo sapiens que se basan en ordenes imaginados, los cuales requieren un gran esfuerzo para mantenerlos en forma de leyes, costumbres, procedimientos, conductas, etc. Durante millones de años la gente almacenó información en su cerebro, pero el mismo no es un gran sistema de almacenamiento por 3 razones:
No se conocen sociedades grandes que hayan podido evitar las discriminaciones, cayendo siempre en el establecimiento de categorías sociales. Estas jerarquías definen roles y modos de tratarse mutuamente, así como una mayor o menor limitación para el desarrollo personal dependiendo de la ubicación en la escala.
EL CIRCULO VICIOSO Cada sociedad establece unas jerarquías distintas. Y en el mantenimiento de dichas jerarquías es normal apelar a conceptos de pureza y contaminación. El ejemplo de las castas en la India, y su perduración incluso con la llegada de la democracia.
También la jerarquía racial se perpetuó en América, diferenciando entre blancos, negros y esclavos traídos de Africa. Los europeos blancos desarrollaron modos de justificar la componente racial de la esclavitud apelando a la religión (los negros son descendientes de Cam a su vez de descendencia esclava), a la biología (los negros son menos inteligentes por diferencias biológicas) y a la higiene (los negros viven en la inmundicia y propagan enfermedades, es decir, son contaminantes) Tras la abolición de la esclavitud, la discriminación hacia los negros se mantuvo, no solo por la condición de pobreza de los descendientes de esclavos, sino por los mismos prejuicios anteriores, generándose un círculo vicioso que impedía romper las jerarquías. A medida que los estigmas contra los negros se hacían más fuertes se tradujeron en un sistema de leyes orientadas a mantener las diferencias: los negros no pueden votar, no pueden estudiar en las escuelas de blancos, etc. ¡A finales del SXX la segregación era mayor que a finales del XIX! Estos círculos viciosos pueden perdurar por muchas generaciones, y por lo general tienden a empeorar con el paso del tiempo, no a mejorar. El dinero llama al dinero y la pobreza a la pobreza.
Una jerarquía repetida en todas las sociedades ha sido y es la jerarquía de género, y al menos desde la revolución agrícola siempre el hombre ha sacado la mejora tajada. Desde siempre la mujer fue considerada como una propiedad del hombre. EL AUTOR da múltiples ejemplos (violar a una mujer soltera no era delito, la violación de la esposa era legítima) EL AUTOR se pregunta si la división de hombres y mujeres es natural o es también un mito. Hay diferencias biológicas, pero las diferencias que se establecieron históricamente no fueron por dicho motivo. EL AUTOR compara la discriminación hacia la mujer en la Grecia clásica con la de la Grecia contemporánea. También habla de la homosexualidad, considerándola tan natural como la heterosexualidad, diciendo que a la Naturaleza no le importa si los hombres se sienten sexualmente atraídos entre ellos. EL AUTOR dice que no hay nada antinatural: todo lo que se puede hacer es natural. Y el problema lo achaca a la tradición cristiana de donde proviene nuestra distinción entre natural y antinatural (lo natural es lo que está de acuerdo con las intenciones de Dios que creó la naturaleza)
SEXO Y GÉNERO Tiene poco sentido decir que la función de las mujeres es parir o que la homosexualidad es antinatural. Las diferencias entre hombre y mujer son mínimamente biológicas y principalmente culturales. Son los mitos culturales los que le asignan al hombre papeles masculinos (dedicarse a la política, derecho a votar, servicio militar) y a las mujeres femeninos (criar hijos, obediencia a su marido). Al tratarse de mitos, los significados de masculinidad y feminidad han cambiado enormemente de una sociedad a otra. Sexo (macho y hembra) es la categoría biológica y se ha mantenido constante en el tiempo (macho cromosomas XY, hembra cromosomas XX), mientras el Género (hombre y mujer y otras categorías en algunas culturas) es la categoría cultural y es una definición intersubjetiva. La distinción como hombre o como mujer, al basarse en un mito, requiere un esfuerzo constante a base de ritos.
Desde la revolución agrícola la mayoría de las sociedades han sido patriarcales y han valorado más al hombre que a las mujeres. El patriarcado ha sido la norma en la mayoría de las sociedades agrícolas e industriales. EL AUTOR indica que es probable que exista alguna razón biológica universal que haga valorar más la masculinidad que la feminidad. (ver pag. 175) Hay muchas teorías, pero no se sabe cuál es la verdadera.
La teoría más común es la de la superioridad muscular. EL AUTOR considera que esta superioridad es relativa y que las mujeres son más fuertes en ciertos aspectos: son más resistentes al hambre, a la enfermedad y la fatiga. Pueden tener menos fuerza física, pero tienen más vigor. Pero la refutación de esta teoría es que las personas con más poder son generalmente mayores y no son las más fuertes físicamente. El predominio en las cuadrillas de cazadores-recolectores se obtenía por tener mejores habilidades sociales, no por ser más fuerte. La historia humana demuestra que hay una relación inversa entre destreza física y poder social. Por todo esto EL AUTOR no cree en esta teoría.
Otra teoría explica que la dominancia masculina no deviene de la fuerza sino de la agresión, y que los hombres son más proclives a la violencia física, lo que explicaría la guerra como una prerrogativa masculina, el control masculino de los ejércitos y el de éstos sobre la sociedad civil. Estudios recientes confirman que los hombres tienen tendencias más agresivas y violentas. Sin embargo, no cree que por ello los jefes de los ejércitos debieran ser necesariamente hombres, ya que con ese criterio los dueños de las plantaciones de esclavos deberían ser negros… EL AUTOR no encuentra explicación de por qué las mujeres no tuvieron posiciones de liderazgo como los hombres.
Una tercera teoría biológica explica las diferencias dando menos importancia a la fuerza bruta y sugiriendo que a lo largo de millones de años hombres y mujeres siguieron estrategias de supervivencia y reproducción diferentes. La lucha entre hombres por inseminar a las mujeres nos hizo necesariamente violentos para poder imponernos sobre los competidores. Los genes que pasaban a la siguiente generación eran los de los hombres más ambiciosos, agresivos y competitivos. El tiempo de maternidad y cuidado de recién nacidos de las mujeres las hacía dependientes de un hombre que le suministrase comida, para lo cual debía someterse a sus condiciones. Los genes de mujeres que pasaban a la siguiente generación eran lo de las cuidadoras sumisas. Estas diferentes estrategias han hecho que los hombres sean ambiciosos y competitivos y que las mujeres hayan tenido que apartarse del camino y dedicar su vida a criar a sus hijos. Sin embargo, la evidencia empírica desmiente también esta hipótesis. Hay muchas especies de animales con sociedades matriarcales donde las hembras son las que desarrollan habilidades de organización y cooperación (elefantes y bonobos, por ejemplo) EL AUTOR no encuentra explicación a porqué los individuos supuestamente más cooperativos y menos agresivos (las mujeres) no se impusieron a los más violentos pero con menos habilidades sociales (los hombres) EL AUTOR indica de todos modos, que en el último siglo los papeles de género han vivido una revolución extraordinaria. EL AUTOR termina el capítulo con una pregunta acerca del porqué del predominio masculino en la historia del género, el cual se ha basado en mitos y no en factores biológicos, y confiesa no tener la respuesta.
PARTE lll – LA UNIFICACIÓN DE LA HUMANIDAD
9.- LA FLECHA DE LA HISTORIA
El dinero es un medio universal de intercambio que permite convertir casi todo en cualquier cosa. Y además, no se echa a perder, perdura, y es fácilmente transportable, lo que lo ha convertido en clave para la aparición de redes comerciales complejas y mercados dinámicos.
¿CÓMO FUNCIONA EL DINERO? El dinero no es una realidad material, sino un constructo psicológico basado en la confianza. El dinero es el más universal y eficiente sistema de confianza mutua que jamás se haya inventado. Al principio, la no existir dicha confianza, los medios de intercambio elegidos debían tenr un valor intrínseco. El primer dinero fue la cebada para los sumerios en 3.000a.c., y apareció al tiempo que se inventaba la escritura. A mediados del tercer milenio a.c. apareció el primer dinero sin valor intrínseco: el siclo de plata en la Mesopotamia (plata a granel usada como medio de pago). Hacia el año 640 a.c. aparecen las primeras monedas en Lidia, Anatolia occidental, acuñadas con la imagen del rey y la indicación del valor.
La confianza en los denarios romanos era tan fuerte que hasta fuera de los límites del imperio a la gente le gustaba recibir su paga en denarios. En el siglo I d.c. se usaban denarios hasta en la India, a miles de kilómetros del imperio. E incluso autoridades indias acuñaban moneda a imagen del denario reproduciendo la imagen del emperador romano. Los califas musulmanes también los utilizaron, arabizando su nombre a dinares, que es la moneda que hoy se sigue utilizando en Irak, Serbia, Macedonia, Túnez y otros países. A fines de la era moderna, todo el mundo era una única zona monetaria basada en el oro y la plata. Más adelante, fueron el dólar y la libra las monedas universales. EL AUTOR explica como el comercio tiende a igualar el precio de los bienes transportables (pag. 208) El dinero fue un factor de unificación, traspasando las fronteras de culturas totalmente diferentes. Durante miles de años, el dinero fue vilipendiado por filósofos, pensadores y profetas, pero EL AUTOR hace un elogio, subrayando que el dinero es el único sistema de confianza creado por los humanos que puede salvar casi cualquier brecha cultural, y por ello representa el apogeo de la tolerancia humana. Gracias al dinero, personas que no se conocen pueden cooperar entre ellas.
El dinero se basa en dos principios universales:
EL AUTOR habla de la capacidad arrasadora de los imperios, y también de su capacidad de asimilar y soportar derrotas. Cuenta la historia de Numancia, y como su resistencia ante los romanos la convirtió en una leyenda de exaltación de los valores españoles. Pero sufrió una derrota tan enorme, que fueron los vencedores los que se apropiaron del recuerdo de los vencidos. EL AUTOR da cuenta de la enorme influencia romana en la cultura española, y no así de Numancia, que es solo un recuerdo absolutamente tamizado por la cultura vencedora. (Pág.
Dice EL AUTOR que los imperios terminan también por caer, pero a diferencia de comunidades menores, dejan herencias ricas y perdurables. Y afirma que todas las personas del S.XXI son hijas de uno u otro imperio.
Un imperio tiene 2 características principales:
IMPERIOS DEL MAL El insulto político “imperialista” se sitúa inmediatamente después de “fascista”. Hoy hay dos críticas comunes a los imperios:
ES POR TU PROPIO BIEN Los imperios se proponen gobernar el mundo entero para beneficio de todos. EL AUTOR da como ejemplo los primeros imperios: Acadio, Asirio o persa (Ciro). Superando el instinto xenófobo de los sapiens y de cualquier animal, la ideología imperial ha tendido a ser siempre inclusiva y global. Una visión de la humanidad como gran familia es el lugar común de los imperios desde Ciro y los persas, pasando por Alejandro Magno, los reyes Helenos, los emperadores romanos, los califas musulmanes, los dinastas indios o incluso los premieres soviéticos o los presidentes norteamericanos (Mío: aunque Trump sea una excepción…) EL AUTOR destaca la tradición de unificación imperial que se repite a lo largo de la historia de China, donde los períodos de fragmentación siempre fueron vistos como períodos oscuros y de decadencia.
CUANDO ELLOS SE CONVIERTEN EN NOSOTROS Los imperios han jugado una parte decisiva a la hora de amalgamar pequeñas culturas. “Ideas, personas, bienes y tecnología se expanden más fácilmente dentro de un imperio que en una región fragmentada políticamente” (Mío: ¡Qué adecuada reflexión para nuestra crisis territorial!) La estandarización era la vía para la integración territorial. La cultura común le otorgaba al imperio legitimidad, y su expansión era la justificación para la conquista y sometimiento de culturas consideradas menores. Sin embargo, el proceso de expansión fue también un proceso de hibridación cultural, en la que la cultura imperial se iba nutriendo y dejando influir por las culturas conquistadas. EL AUTOR analiza los casos del imperio romano, el imperio árabe y el imperio chino como ejemplos de amalgamación entre conquistadores y conquistados. Incluso también la de los procesos de descolonización del siglo pasado, como procesos que se basaron en la incorporación de la propia ideología de sus conquistadores europeos
Todas las culturas humanas son al menos en parte herederas de culturas imperiales y no hay modo de extraer esa herencia y recuperar una supuesta cultura original pura. EL AUTOR dice que ese argumento o bien es ingenuo o bien es la máscara de propuestas de nacionalismo intolerante.
El cristianismo nace de una secta esotérica judía, cuya identificación de Jesús como el mesías logra extenderse y terminar implantándose en todo el imperio romano. El éxito del cristianismo sirvió de inspiración al surgimiento en el S. VII de la siguiente religión monoteísta, el islam. Los monoteístas son mucho más fanáticos y misioneros que los politeístas porque se consideran los únicos portadores de la verdad. Esto los lleva a intentar reforzar su poder exterminando con violencia toda competencia. El monoteísmo se ha extendido de modo notable, llegando a ser hoy la fórmula religiosa imperante (con excepción de Asia oriental). Según EL AUTOR, el orden político global está construido sobre cimientos monoteístas. EL AUTOR dice que el monoteísmo se impuso, pero no desplazó del todo al politeísmo. Así el cristianismo, tiene su panteón de santos que es un modo de culto politeísta.
LA BATALLA DEL BIEN Y EL MAL El politeísmo no solo dio origen al monoteísmo sino también a religiones dualistas, que aceptan la existencia del bien y el mal, los cuales están en una permanente lucha. El dualismo tiene una explicación sencilla al problema del mal. La primera gran religión dualista fue el zoroastrismo, e inspiró a otras dualistas posteriores como el gnosticismo y el maniqueísmo. El monoteísmo cristiano, el judío y el musulmán, absorbieron también la tradición dualista, dando lugar a la creencia en las fuerzas del mal (Diablo o Satanás…) como oposición al dios bueno. El dualismo ha llevado a creer que el dios bueno necesita de nuestra ayuda en su lucha contra el mal, dando lugar a yihads y cruzadas. También está detrás de otra distinción común entre cuerpo y alma, materia y espíritu. Según gnósticos y maniqueos, el alma es obra del dios bueno y el cuerpo del dios malo. Los cristianos asumieron también estos planteamientos dualistas, que llevaron también a planos superiores, como la dicotomía entre cielo e infierno. EL AUTOR concluye que todas las religiones confluyen finalmente en el sincretismo.
LA LEY DE LA NATURALEZA No todas las religiones se basan en dioses, como podría parecernos obvio en occidente. Así, durante el siglo I a.c. surgieron las religiones que entendían el orden sobrehumano como basado en leyes naturales: jainismo y budismo (India), taoísmo y confucianismo (China), estoicismo, cinismo y epicureísmo (cuenca mediterránea). El ejemplo del budismo, cuya figura central no es un dios sino un ser humano, Siddartha Gautama, que, tras años de meditación sobre las aflicciones del ser humano, llegó a la conclusión de que las mismas son causadas por las pautas de comportamiento de nuestra propia mente. De ese modo desarrollo una técnica de meditación que permite evitar el deseo, causa última de nuestros sufrimientos, y nos permite aceptar la realidad sin las angustias derivadas de los anhelos y fantasías que el mismo nos genera. Cuando logramos eliminar el deseo alcanzamos un estado de satisfacción perfecta, el nirvana. Una persona que no desea no sufre. Así Gautama alcanzó el nirvana y se convirtió en Buda, el “iluminado”.
Los últimos 300 años han dado lugar al auge de religiones de ley natural camufladas bajo el nombre de ideologías: el liberalismo, el comunismo, el capitalismo, el nacionalismo y el nazismo. EL AUTOR analiza el ejemplo del comunismo soviético como una religión fanática y misionera. EL AUTOR define religión como un sistema de normas y valores humanos que se fundamenta en la creencia en un orden sobrehumano. Mientras las religiones teístas se centran en el culto a los dioses, las religiones humanistas se centran en el culto a la humanidad, o más correctamente, al homo sapiens, considerándola como lo más importante del mundo. El humanismo se divide en 3 sectas:
en las almas individuales y eternas. Y añade que, sin el recurso al dios creador, a los liberales les resulta harto difícil explicar que tiene de tan especial el sapiens individual.
EL AUTOR considera que los principios del humanismo liberal se ven cuestionados por los descubrimientos de la biología, y se pregunta que por cuánto tiempo más se podrán mantener incomunicados los departamentos de biología con los de derecho y ciencia política.
El comercio, los imperios y las religiones universales lograron unificar a los sapiens en el mundo global de hoy.
Cada punto de la historia es una encrucijada, y aunque hay caminos mejor marcados que otros, a veces la historia da giros inesperados. La dificultad de la historia es explicar el porqué de los caminos que coge su curso, y en este sentido EL AUTOR critica los intentos de explicación determinista. Cuánto más se conoce un período histórico, más difícil resulta explicar el porqué de la orientación seguida. Mirando hacia atrás, el curso de la historia parece inevitable, pero desde el presente de cada momento histórico, es imposible predecir el curso futuro. EL AUTOR hace varias preguntas muy interesantes respecto a nuestro propio futuro:
2.- CLÍO CIEGA No hay ninguna prueba que indique que la dirección de la historia sea una evolución para mejor. Muchos estudiosos consideran que las culturas son un parásito mental. Según esta teoría, las culturas surgen accidentalmente y se transmiten de una persona a otra, aprovechándose de todos los infectados. Es lo que se conoce como “memética”: la replicación cultural se produce por la reproducción de “memes”, que serían las unidades de información cultural, de un individuo a otro. Pero la mayoría de los estudiosos de las humanidades, prefieren al hermano gemelo de la memética: el postmodernismo. Esta teoría habla de discursos y no de memes como el componente principal de la cultura.
EL AUTOR destaca que hasta el siglo XVlll todas las ideologías y religiones daban gran importancia a la vida después de la muerte, algo que ha desaparecido ya. La única ideología que sigue dando importancia a la muerte es el nacionalismo…
El viejo amante de la ciencia Vivimos en una era técnica que considera que todos los problemas tienen una solución técnica. Sin embargo, la ciencia es un asunto caro. EL AUTOR explica que siempre ha habido quien la financia en el afán de obtener objetivos políticos, económicos o religiosos. Esto hace que la orientación de la ciencia responda a intereses ajenos a la misma. En resumen, que la investigación científica solo puede florecer en alianza con alguna religión o ideología.
15.- EL MATRIMONIO DE CIENCIA E IMPERIO A través de la historia de la expedición científica de James Cook al Pacífico sudoccidental a mediados de 1700, EL AUTOR ejemplifica el nexo extremo entre revolución científica e imperialismo moderno (pág. 305)
¿Por qué Europa? Entre 1500 y 1750, Europa se convirtió en dueña del “mundo exterior”. Sin embargo a nivel económico tenía una escala enana en comparación con Asia, que representaba al final de dicho período un 80% de la economía mundial. En los siguientes 100 años, Europa tomó el control de Asia, y en 1900 se hizo dueña de la economía mundial y de la mayor parte de su territorio. El mundo se europeizó. EL AUTOR se pregunta por qué el complejo militar-industrial-científico floreció en Europa y no en otro sitio? La respuesta es que en Europa se desarrollaron mitos y valores compartidos que en otras regiones no cuajaron, en concreto la combinación de ciencia moderna y capitalismo.
La mentalidad de conquista Entre 1500 y 1950, la ciencia moderna floreció en los imperios europeos y gracias a ellos. El factor diferencial entre los europeos y el resto fue el desarrollo de una conciencia de la propia ignorancia y de las ansias de saber. Las conquistas europeas no eran para confirmar presunciones sino para descubrir nuevas respuestas, lo que hizo que en las expediciones militares se fuesen sumando progresivamente más y más científicos (el ejemplo de Darwin o el de la llegada a la Luna, pag. 315)
Mapas vacíos Los primeros mapas eran completos y no presentaban huecos, pero cuando se comenzó a desarrollar la mentalidad científica surgieron lo que EL AUTOR llama mapas vacíos, mapas con áreas que se aceptaban como desconocidas. Según EL AUTOR el descubrimiento de América es el acontecimiento fundacional de la revolución científica, y en concreto de los mapas vacíos. “Los europeos fueron atraídos a los puntos vacíos del mapa como si de imanes se tratara”. Durante los S. XV y XVI los viajes de exploración y conquista de los europeos crearon la primera red comercial global, dejando atrás el mundo de pueblos y culturas aislados (Mío: comenzó la globalización)
Invasión desde el espacio exterior Los habitantes originales de América habían vivido cada uno en su sitio sin preocuparse del resto del continente, pero los españoles al llegar, en poco más de 10 años Pizarro no solo conquistó el imperio azteca sino el inca. En veinte años toda la población nativa del Caribe fue aniquilada. La llegada de los españoles fue el equivalente a una invasión extraterrestre. (Además de insoportablemente olorosa, ver pág. 323). EL AUTOR cuenta como Cortés se infiltró en el imperio Azteca con solo 500 hombres. Al cabo de un siglo, la población local se había reducido en un 90% a causa de enfermedades traídas por los españoles, y los sobrevivientes pasaron a vivir bajo un régimen racista y codicioso, mucho peor que el de los Aztecas.
Lo europeos tuvieron la exclusividad del espíritu conquistador/explorador hasta mediados del S. XX. EL AUTOR toma la guerra de independencia de Argelia y la guerra de Vietnam como puntos de inflexión, en los que una causa local vence al imperio gracias a triunfar en la batalla de la comunicación y conseguir apoyo global a sus causas. Se pregunta que hubiese pasado si Moctezuma hubiese logrado apoyo a su causa entre los enemigos europeos de España…
Arañas raras y escrituras olvidadas Para los europeos modernos, construir un imperio era un proyecto científico, mientras que establecer una disciplina científica era un proyecto imperial (el ejemplo de los ingleses en la India, las traducciones de Rawlinson, el desarrollo de la lingüística de William Jones) Gracias a esta fusión de imperio y espíritu científico, un grupo reducido de ingleses (5.000 funcionarios, 55.000 soldados y 100.000 civiles) fueron suficientes para conquistar y gobernar India con 300 millones de habitantes.
Según EL AUTOR, el concepto de “crecimiento” es la clave de la historia económica. Durante la mayor parte de la historia la economía se mantuvo aproximadamente al mismo tamaño, pero en los últimos 500 años ha crecido de manera brutal (“como un quinceañero saturado de hormonas”) Como explicación de este proceso, EL AUTOR cuenta una historia de una hipotética panadera que tiene una idea de negocio y pide dinero al banco. El trasfondo de la historia coincide con nuestra lectura anterior de Economía sin corbata, de Yanis Varoufakis: el dinero que prestan los bancos es una creación de dinero de la nada basada en la expectativa de crecimiento futuro, de confianza en el futuro. Esta confianza es el único respaldo para la mayor parte del dinero del mundo. EL AUTOR indica que durante miles de años la humanidad estuvo atrapada en el dilema del emprendedor (esquema pag. 339) hasta que se inventó un sistema de confianza en el futuro basado en bienes imaginarios y un tipo de dinero especial llamado “crédito”. Este sistema se basa en el principio de que nuestros recursos futuros serán siempre mayores que los presentes. Mientras se creía que la economía era un juego estático de suma cero, el crédito no fluía, pero al aceptar que el pastel está constantemente en crecimiento, luego el crédito fluye como factor de ese crecimiento. El mundo premoderno tenía por ello una economía estancada que no crecía.
Un pastel que crece Los últimos 500 años están marcados por la idea de que el pastel global puede crecer debido a la confianza en el futuro. EL AUTOR destaca “La riqueza de las naciones” de Adam Smith como el manifiesto económico más importante de todos los tiempos. Su idea es revolucionaria: la codicia es buena, al hacerme rico yo beneficio a todos. El egoísmo es altruismo. En el relato de Smith, los ricos se hacen ricos aumentando el tamaño global del pastel. Smith apostaba por una nueva ética: reinvertir los beneficios para crecer. De allí el nombre de capitalismo: el capital como el conjunto de dinero, bienes y recursos que se invierten para aumentar la producción. La nueva elite no son nobles ociosos, sino empresarios y accionistas que gastan solo una pequeña parte de sus beneficios en actividades no productivas, reinvirtiendo la mayor parte. EL AUTOR indica que el capitalismo no solo determinó un sistema económico sino una ética basada en que el crecimiento económico es el bien supremo. Una nueva religión, que cree en el crecimiento económico perpetuo, lo que a su vez va en contra de todo lo que conocemos en el universo… Según EL AUTOR, el sistema pone todas las esperanzas en los avances científicos como factores de crecimiento. En esta crisis se han impreso miles de millones de dinero futuro, que solo cobrarán sentido si logran dar lugar a avances que permitan hacer crecer la economía. “Todo depende de la gente que hay en los laboratorios”.
Colón busca un inversor