




























































































Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity
Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium
Prepara tus exámenes
Prepara tus exámenes y mejora tus resultados gracias a la gran cantidad de recursos disponibles en Docsity
Prepara tus exámenes con los documentos que comparten otros estudiantes como tú en Docsity
Los mejores documentos en venta realizados por estudiantes que han terminado sus estudios
Estudia con lecciones y exámenes resueltos basados en los programas académicos de las mejores universidades
Responde a preguntas de exámenes reales y pon a prueba tu preparación
Consigue puntos base para descargar
Gana puntos ayudando a otros estudiantes o consíguelos activando un Plan Premium
Comunidad
Pide ayuda a la comunidad y resuelve tus dudas de estudio
Descubre las mejores universidades de tu país según los usuarios de Docsity
Ebooks gratuitos
Descarga nuestras guías gratuitas sobre técnicas de estudio, métodos para controlar la ansiedad y consejos para la tesis preparadas por los tutores de Docsity
libro de oraciones anonimo especial para cualquier tipo de problemas
Tipo: Monografías, Ensayos
1 / 115
Esta página no es visible en la vista previa
¡No te pierdas las partes importantes!
“La fe transporta las montañas’’
Hablar de curas milagrosas operadas por la sola virtud de la oración da lugar en nuestro siglo a muchas y muy necias cuchufletas. Gente hay que des- precia los más prontos y eficaces remedios a sus males, porque no van precedidos de un superficial reconocimiento, ni acompañados de una recta más o menos inteligible; a otros les basta saber que se invoca el nombre de Dios o su Unigénito para que rechacen indignados la patraña o bobería, y no faltan tampoco quienes, escudados en una vana ciencia —y decimos vana, porque se separa de su positiva fuente— niegan la posibilidad del hecho, por cuanto no se ajusta a sus particulares apreciaciones.
Para refutar a todos, sólo tenemos una frase: Probadlo.
El Mártir del Gólgota dijo: “El que creyere y fuere bautizado, será salvo; más el que no creyere será condenado". Y estas señales seguirán a los que creyeren: En mi nombre echarán fuera demonios hablaran nuevas lenguas, quitaran serpientes, y si hubiera cosa mortífera no los dañará; sobre los enfer- mos, pondrán sus manos y sanarán". (Marc., XVI, 14 al 199).
Pues bien: el cumplimiento de esta profecía es lo único que preconizamos. Para ello, como Jesús, sólo recomendamos velar y orar, ser castos como palomas y astutos como serpientes, dar de gracia lo que de gracia se recibe, y tener la fe que transporta las montañas. Con estos auxiliares, es seguro que "sanaremos enfermos, curaremos leprosos, resucitaremos muertos y echaremos demonios”, como se tiene prometido a los apóstoles y discípulos de Jesús. Aprestémonos, pues a servir con la fe y perseverancia, las huellas del Evangelio; invoquemos, a la par del dulce nombre de Jesús, el del patrono de cada caso especial con la oración que se cita y no olvidemos, especial y particularmente, el de la Trinidad, Glorioso.
Esto basta para salir triunfantes.
CORONA MISTICA
LOS CUATRO EVANGELIOS
I La secuencia del Santo Evangelio Según San Mateo Cap. 8 Vers. 5-13. Gloria al Señor.
En aquel tiempo, como penetrase Jesús en Capharnaum, y llegase a casa del Centurión, éste le dijo: Señor, no soy digno de que entres debajo de mi techado, más solamente di la palabra, y mi mozo sanará. Porque también yo soy hombre bajo de potestad, y tengo bajo de mí soldados; y si digo a éste: Ve, y va, al otro; Ven, y viene: y a mi siervo: Haz esto, y lo hace. Y oyendo Jesús, se maravilló, y dijo a los que le seguían: De cierto os digo que ni aun en Israel he hallado fe tanta. Y os digo que vendrán muchos del Oriente, y del Occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac, y Jacob en el reino de los cielos. Más los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera: y allí será el lloro y el crujir de dientes; entonces Jesús al Centurión: Ve, y como creíste, te sea hecho. Y su mozo fue sano en el mismo momento. Alabemos a Dios.
O R A C I O N
Jesús, redentor nuestro, fervorosamente te pedimos intercedas con el Espíritu Santo, para que toda (o está) criatura que con tu preciosa sangre redimiste, se vea libre de todos los pecados y de toda enfermedad, haciéndose digno (a) de gozar de la gloría en que con el Padre y el Espíritu Santo vives y reinas por los siglos de los siglos.
Así sea. El Señor sea con nosotros. Y con su Espíritu.
II La secuencia del Santo Evangelio Según San Marcos. Cap. 16. Vers. 14-19. Gloria al Señor.
En aquel tiempo se apareció Jesús a los once discípulos, estando sentados a la mesa, y censuróles su incredulidad y dureza de corazón, que no hubiesen creído
Principio del Santo Evangelio según San Juan. Gloria al Señor.
En el principio ya era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas: y sin él, nada de lo que es hecho, fue hecho. En él estaba la Vida, y la Vida, era la luz de los hombres. Y la Luz en las tinieblas resplandece; más las tinieblas no le comprendieron. Fue un hombre enviado de Dios, el cual se llama Juan. Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la Luz, para que todos creyesen por él. No era Luz, sino para que diese testimonio de la Luz. Aquel Verbo era la Luz reveladora, que alumbra a todo hombre, que viene a este mundo. En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por El, y el mundo no le conoció. A lo que era suyo vino, y los suyos no le recibieron. Más a todos los que le recibieron, dióles potestad de ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre: Los cuales no son engendrados de sangre ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, más de Dios y aquel verbo fue hecho carne y habitó entre nosotros y vimos su gloria como el unigénito del Padre lleno de gracia y de verdad. Alabamos a Cristo Por los Evangelios dichos, y por la imposición de mí mano, y por la virtud de la Santa Cruz, extíngase en ti toda enfermedad, y toda virtud del Diablo y sus ministros.
Así sea. Cristo óyenos. Cristo escúchanos
Padre Nuestro que estás en el cielo…... No nos dejes caer en tentación Y líbranos de mal. Después del parto, Virgen inviolada permaneciste.
Madre de Dios, intercede por nosotros.
Dios Santo, salva a tu siervo,
Que en ti tiene su esperanza.
Atiende nuestra oración.
Y este clamor llegue a ti.
El Señor sea con nosotros. Y con su Espíritu.
Omnipotente y sempiterno Dios, que tantas gracias concediste a los que invocaron tu nombre y Siguieron los preceptos de tu ley, imploramos, tu clemencia para que, por lo sacros misterios de la encarnación, natividad, pasión, muerte, resurrección y Asunción a los cielos de Jesucristo, hijo tuyo y señor nuestro, pueda verse libre este tu siervo de (la enfermedad que padezco, sufro, la miseria que padezco, esta posesión diabólica o este problema que me aqueja).
Concédeme. Dios de bondad y misericordia, por la intercesión de la siempre inmaculada virgen María, la fineza necesaria para no ser esclavo del demonio y de sus acechanzas.
Danos la fe que salva, la constancia que preserva y la salud y el gozo de los que moran en la gloria de la redención gloriosa de cristo nuestro señor. Amen.
Bendigote en nombre de Dios. Y que sea el tu custodia y te conduzca a su presencia, por su misericordia y los méritos de San Francisco, Santo Domingo, San Antonio, Santa Rosa y todos los Santos que de la gloria gozan. Amen.
1.- ¿POR qué estás lejos, oh Jehová, Y te escondes en el tiempo de la tribulación?
2.- Con arrogancia el malo persigue al pobre: Serán cogidos en los artificios que han ideado.
3.- Por cuanto se alaba el malo del deseo de su alma, Y bendice al codicioso o quien Jehová aborrece.
4.- El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios: No hay Dios en todos sus pensamientos.
5.- Sus caminos son viciosos en todo tiempo: Tus juicios los tiene muy lejos de su vista: Echa bocanadas en orden a todos sus enemigos.
6.- Dice en su corazón: No seré movido en ningún tiempo, Ni jamás me alcanzará el infortunio.
7.- Llena está su boca de maldición, y de engaños y fraude: Debajo de su lengua, vejación y maldad.
8.- Está en las guaridas de las aldeas: En los escondrijos mata al inocente: Sus ojos están acechando al pobre.
9.- Acecha en oculto, como el león desde su cama: Acecha para arrebatar al pobre: Arrebata al pobre trayéndolo a su red.
10.- Encógese, agachase, Y caen en sus fuerzas muchos desdichados.
11.- Dice en su corazón: Dios está olvidado, Ha encubierto su rostro; nunca lo verá.
12.- Levántate, oh Jehová Dios, alza tu mano, No te olvides de los pobres.
13.- ¿Por qué irrita el malo a Dios? En su corazón ha dicho que no lo inquirirás.
14.- Tú lo tienes visto: porque tú miras el trabajo, y la vejación, para vengar le por tu mano: A ti se acoge el pobre, Tú eres el amparo del huérfano.
15.- Quebranta el brazo del malo: Del maligno buscarás su maldad, hasta que ninguna halles.
16.- Jehová, Rey eterno y perpetuo: De su tierra fueron destruidas las gentes.
17.- El deseo de los humildes oíste, oh Jehová: Tú dispones su corazón, y haces atento tu oído;
18.- Para juzgar al huérfano y al pobre, A fin de que no vuelva más a hacer violencia el hombre de la tierra. SALMO XII
1.- SALVA, oh Jehová, porque se acabaron los misericordiosos: Porque se han acabado los fieles de entre los hijos de los hombres.
2.- Mentira habla cada uno con su prójimo; Con labios lisonjeros, con corazón doble hablan.
3.- Destruirá Jehová todos los labios lisonjeros, La lengua que habla grandezas.
4.- Que dijeron: Por nuestra lengua prevaleceremos; Nuestros labios están con nosotros: ¿quién nos es señor?
5.- Por la opresión de los pobres, por el gemido de los menesterosos, Ahora me levantaré, dice Jehová: Pondrélos en salvo del que contra ellos se engríe.
6.- Las palabras de Jehová, palabras limpias; Plata refinada en horno de tierra, Purificada siete veces.
7.- Tú, Jehová, los guardarás; Guárdalos para siempre de aquella
12.- Bienaventurada la gente de que Jehová es su Dios; El pueblo a quien escogió por heredad para sí.
13.- Desde los cielos miró Jehová; Vio a todos los hijos de los hombres.
14.- Desde la morada de su asiento miró Sobre todos los moradores de la tierra.
15.- El formó el corazón de todos ellos; El considera todas sus obras.
16.- El rey no es salvo con la multitud del ejército: No escapa el valiente por la mucha fuerza.
17.- Vanidad es el caballo para salvarse: Por la grandeza de su fuerza no librará.
18.- He aquí, el ojo de Jehová sobre los que le temen, Sobre los que esperan en su misericordia.
19.- Para librar sus almas de la muerte, Y para darles vida en el hambre.
20.- Nuestra alma esperó a Jehová; Nuestra ayuda y nuestro escudo es él.
21.- Por tanto en él se alegrará nuestro corazón, Porque en su santo nombre hemos confiado.
22.- Sea tu misericordia, oh Jehová, sobre nosotros, Como esperamos en ti.
1.- En Dios solamente está callada mi alma: De él viene mi salud.
2.- El solamente es mi fuerte, y mi salud; Es mi refugio, no resbalaré mucho.
3.- ¿Hasta cuándo maquinaréis contra un hombre? Pereceréis todos vosotros, Caeréis como pared acostada, como cerca ruinosa.
4.- Solamente consultan de arrojarle de su grandeza; Aman la mentira, Con su boca bendicen, pero maldicen en sus entrañas. (Selah.)
5.- Alma mía, en Dios solamente reposa; Porque de él es mi esperanza.
6.- El solamente es mi fuerte y mi salud: Es mi refugio, no resbalaré.
7.- En Dios está mi salvación y mi gloria: En Dios está la roca de mi fortaleza, y mi refugio.
8.- Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos; Derramad delante de él vuestro corazón: Dios es nuestro amparo. (Selah.)
9.- Por cierto, vanidad son los hijos de los hombres, mentira los hijos de varón: Pesándolos a todos igualmente en la balanza, Serán menos que la vanidad.
10.- No confiéis en la violencia, Ni en la rapiña; no os envanezcáis: Si se aumentare la hacienda, no pongáis el corazón en ella.
11.- Una vez habló Dios; Dos veces he oído esto: Que de Dios es la fortaleza.
12.- Y de ti, oh Señor, es la misericordia: Porque tú pagas a cada uno conforme a su obra.
1. ACLAMAD a Dios con alegría, vosotros los de la tierra. 2. Cantad la gloria de su nombre: Poned gloria en su alabanza. 3. Decid a Dios: ¡Cuán terribles tus obras! Por lo grande de tu fortaleza te mentirán tus enemigos. 4. Toda la tierra te adorará, Y cantará a ti; Cantarán a tu nombre. (Selah.) 5. Venid, y ved las obras de Dios, Terrible en hechos sobre los hijos de los hombres. 6. Volvió la mar en seco; Por el río pasaron a pie; Allí en él nos alegramos. 7. Él se enseñorea con su fortaleza para siempre: Sus ojos atalayan sobre las gentes: Los rebeldes no serán ensalzados. (Selah.) 8. Bendecid, pueblos, a nuestro Dios, Y haced oír la voz de su alabanza. 9. Él es el que puso nuestra alma en vida, Y no permitió que nuestros pies resbalasen. 10. Porque tú nos probaste, oh Dios: Ensayástenos como se afina la plata. 11. Nos metiste en la red; Pusiste apretura en nuestros lomos. 12. Hombres hiciste subir sobre nuestra cabeza; Entramos en fuego y en aguas, Y sacástenos á hartura. 13. Entraré en tu casa con holocaustos: Te pagaré mis votos. 14. Que pronunciaron mis labios, Y habló mi boca, cuando angustiado estaba. 15. Holocaustos de cebados te ofreceré, Con perfume de carneros: Sacrificaré bueyes y machos cabríos. (Selah.) 16. Venid, oíd todos los que teméis a Dios, Y contaré lo que ha hecho a mi alma. 17. A él clamé con mi boca, Y ensalzado fue con mi lengua. 18. Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, El Señor no me oyera. 19. Más ciertamente me oyó Dios; Atendió a la voz de mi súplica.
1.- BIENAVENTURADOS los perfectos de camino; Los que andan en la ley de Jehová.
2.- Bienaventurados los que guardan sus testimonios, Y con todo el corazón le
buscan:
3.- Pues no hacen iniquidad Los que andan en sus caminos.
4.- Tú encargaste Que sean muy guardados tus mandamientos.
5.- Ojalá fuesen ordenados mis caminos A observar tus estatutos!
6.- Entonces no sería yo avergonzado, Cuando atendiese a todos tus mandamientos.
7.- Te alabaré con rectitud de corazón, Cuando aprendiere los juicios de tu justicia.
8.- Tus estatutos guardaré: No me dejes enteramente.
9.- ¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra.
10.- Con todo mi corazón te he buscado: No me dejes divagar de tus mandamientos.
11.- En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti.
12.- Bendito tú, oh Jehová: Enséñame tus estatutos.
13.- Con mis labios he contado Todos los juicios de tu boca.
14.- Heme gozado en el camino de tus testimonios, Como sobre toda riqueza.
15.- En tus mandamientos meditaré, Consideraré tus caminos.
16.- Recrearéme en tus estatutos: No me olvidaré de tus palabras.
17.- Haz bien a tu siervo; que viva Y guarde tu palabra.
18.- Abre mis ojos, y miraré Las maravillas de tu ley.
19.- Advenedizo soy yo en la tierra: No encubras de mí tus mandamientos.
20.- Quebrantada está mi alma de desear Tus juicios en todo tiempo.
21.- Destruiste a los soberbios malditos, Que se desvían de tus mandamientos.
22.- Aparta de mí oprobio y menosprecio; Porque tus testimonios he guardado.
23.- Príncipes también se sentaron y hablaron contra mí: Mas tu siervo
45.- Y andaré en anchura, Porque busqué tus mandamientos.
46.- Y hablaré de tus testimonios delante de los reyes, Y no me avergonzaré.
47.- Y deleitaréme en tus mandamientos, Que he amado.
48.- Alzaré asimismo mis manos a tus mandamientos que amé; Y meditaré en tus estatutos.
49.- Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, En la cual me has hecho esperar.
50.- Esta es mi consuelo en mi aflicción: Porque tu dicho me ha vivificado.
51.- Los soberbios se burlaron mucho de mí: Mas no me he apartado de tu ley.
52.- Acordéme, oh Jehová, de tus juicios antiguos, Y consoléme.
53.- Horror se apoderó de mí, a causa De los impíos que dejan tu ley.
54.- Cánticos me fueron tus estatutos En la mansión de mis peregrinaciones.
55.- Acordéme en la noche de tu nombre, oh Jehová, Y guardé tu ley.
56.- Esto tuve, Porque guardaba tus mandamientos.
57.- Mi porción, oh Jehová, Dije, será guardar tus palabras.
58.- Tu presencia supliqué de todo corazón: Ten misericordia de mí según tu palabra.
59.- Consideré mis caminos, Y torné mis pies a tus testimonios.
60.- Apresuréme, y no me retardé en guardar tus mandamientos.
61.- Compañía de impíos me han robado: Mas no me he olvidado de tu ley.
62.- A media noche me levantaba a alabarte Sobre los juicios de tu justicia.
63.- Compañero soy yo de todos los que te temieren Y guardaren tus mandamientos.
64.- De tu misericordia, oh Jehová, está llena la tierra: Enséñame tus estatutos.
65.- Bien has hecho con tu siervo, Oh Jehová, conforme a tu palabra.
66.- Enséñame bondad de sentido y sabiduría; Porque tus mandamientos he creído.
67.- Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba; Mas ahora guardo tu palabra.
68.- Bueno eres tú, y bienhechor: Enséñame tus estatutos.
69.- Contra mí forjaron mentira los soberbios: Mas yo guardaré de todo corazón tus mandamientos.
70.- Engrasóse el corazón de ellos como sebo; Mas yo en tu ley me he deleitado.
71.- Bueno me es haber sido humillado, Para que aprenda tus estatutos.
72.- Mejor me es la ley de tu boca, Que millares de oro y plata.
73.- Tus manos me hicieron y me formaron: Hazme entender, y aprenderé tus mandamientos.
74.- Los que te temen, me verán, y se alegrarán; Porque en tu palabra he esperado.
75.- Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justicia, Y que conforme a tu fidelidad me afligiste.
76.- Sea ahora tu misericordia para consolarme, Conforme a lo que has dicho a tu siervo.
77.- Vengan a mí tus misericordias, y viva; Porque tu ley es mi deleite.
78.- Sean avergonzados los soberbios, porque sin causa me han calumniado: Yo empero, meditaré en tus mandamientos.
79.- Tórnense a mí los que te temen Y conocen tus testimonios.
80.- Sea mi corazón íntegro en tus estatutos; Porque no sea yo avergonzado.
81.- Desfallece mi alma por tu salud, Esperando en tu palabra.
82.- Desfallecieron mis ojos por tu palabra, Diciendo: ¿Cuándo me consolarás?